Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1995. Vol. (63).
Ignacio Rubio Izquierdo, Rogelio Plumed Esteban
Coordinador Estatal, Vocal Junta de Gobierno Estatal y Representante del Area en la Delegación de Aragón, respectivamente.
Desde el Colegio Oficial de Psicólogos, así como desde la Coordinadora Estatal de Servicios Sociales (CESS), existe preocupación e interés por conocer cuál es la realidad actual de la Psicología de la Intervención Social, así como del trabajo y el Rol del Psicólogo en este Area. A pesar de que la historia de la Psicología de la Intervención Social es breve en nuestro país se desarrolla de forma significativa a partir de la presencia de la Psicología en los Servicios Sociales, a principios de la década de los 80, con la aparición de una serie de cambios que configurarán el Sistema Público de Bienestar Social existente en la actualidad, aunque en periodo de crisis o transición. Durante estos años, la Sociedad Española ha experimentado "cambios" tanto en su estructura y organización social, como en su ideología lo que se ha dado en llamar la "transformación social".
Para la recogida de información del presente Documento, las Delegaciones del COP han presentado a la CESS, entre finales del 94 y principios del 95, informes sobre la situación de la Psicología de la Intervención Social en su ámbito autonómico territorial (que en la mayoría coincide con el territorio de las Comunidades Autónomas), si bien existen algunas Delegaciones del COP de las cuales no poseemos suficiente información al respecto.
Asimismo en este Documento que presentamos, no hacemos mención a la situación de la Psicología en el Area de Drogodependencias, dado que dentro de la actual estructura del COP, existe un área específica que se ocupa de todo lo referente a la situación de la Psicología en los temas referentes a "drogas".
Nos encontramos en una situación actual, en la cual existe una crisis de crecimiento y reestructuración del tan manoseado y necesitado "Estado de Bienestar", que posiblemente esté avanzando hacia un Estado de Bienestar "fragmentado", donde el Estado y las Administraciones Públicas, puede que de aquí en adelante empiecen a levantar la voz, para exponer su incapacidad para "soportar" en solitario el coste que esto supone, y que será necesaria la colaboración y participación de las Instituciones privadas, grandes empresas y los propios ciudadanos a través de diversos colectivos.
Somos conscientes de que no se conoce ni se valora suficientemente ni desde las Administraciones, ni desde la Sociedad, la participación y contribución de los Psicólogos en las actividades de la Intervención Social, mejorando y evaluando las relaciones de las personas con su medio. En un futuro, la Psicología de la Intervención Social, deberá seguir teniendo entre sus objetivos el "cambio" y la "ayuda" social, buscando, desarrollando y colaborando en nuevos modelos de Intervención que sean válidos para la Comunidad en la que está integrado.
Preocupa la falta de experiencia profesional, y de suficiente Formación Universitaria para poder afrontar con garantías los retos laborales, la pérdida de empleo, el estancamiento y/o retroceso en algunos casos de la Oferta Pública de Empleo, la utilización política o con fines electoralistas que se hace en algunos casos de las prestaciones y recursos sociales.
Estamos muy lejos de haber alcanzado unos niveles de empleo satisfactorios. La necesidad de una mayor presencia de los Psicólogos de la Intervención Social es generalizada, aunque en este Documento tendremos oportunidad de reseñar diferencias significativas existentes entre Comunidades Autónomas, Areas de Intervención, etc...
La creación y posterior desarrollo y aplicación de las Leyes de Servicios Sociales en las Comunidades Autónomas, no ha producido un marco legal estable y suficiente para la incorporación de los Psicólogos. Las citadas Leyes suelen priorizar los contenidos sociales, en detrimento y a veces olvido de los aspectos psicológicos, con las consiguientes consecuencias en el Desarrollo y Aplicación de las mismas.
Incluso, a nuestro parecer, la diferenciación que hacen las citadas Leyes entre Servicios Sociales Generales y Especializados, es posible que haya favorecido la incorporación de "otros" profesionales, como básicos o fundamentales para la puesta en marcha y aplicación y desarrollo de los Servicios Sociales. Pero de forma mayoritaria, la Administración tiene la referencia, a nuestro entender equivocada, injusta e interesada, del Psicólogo como un profesional encuadrado en los Servicios Sociales Especializados, lo que anula el criterio de profesional básico e imprescindible en la Organización y Desarrollo de la Red y Programas de los Servicios Sociales Comunitarios o Generales.
Como veremos a lo largo de este Documento, a pesar de la gran similitud entre las Leyes de Servicios Sociales de las Comunidades Autónomas, su desarrollo y aplicación ha sido muy diferente, primando "intereses" de tipo político, económico o institucional más que atender las necesidades reales de los ciudadanos. La incorporación de los Psicólogos y el desarrollo de las diferentes áreas o sub-áreas de Intervención Social, ha sido totalmente dispersa y aleatoria.
El conocimiento del Psicólogo de la Intervención Social, su rol, funciones, tareas, etc..., difiere sustancialmente según la Administración de quien dependa, y del conocimiento que los responsables políticos de estas Instituciones tengan de la Psicología y del ámbito de aplicación en la Intervención Social.
CONCLUSIONES
Como hemos señalado en la Introducción, este Documento, no pretende ser un estudio exhaustivo, sino que recoge y analiza las opiniones que desde las Delegaciones del COP, se tienen de la Psicología de la Intervención Social en las diferentes Comunidades Autónomas, y por lo tanto de la mayor parte del Estado Español. Las presentes conclusiones se presentan como centros de discusión y no tienen la pretensión de ser definitivos ni únicos.
1.- Existe una clara discrepancia en la visión de la situación de la Psicología de la Intervención Social en las diferentes Delegaciones del COP. Para algunas delegaciones (Castilla y León), la situación "es buena con perspectivas de futuro"; para otras "no ha variado la situación con respecto a años anteriores" (Madrid), mientras que en otras, "la situación es francamente pesimista" (Navarra) o se encuentra "en una situación de "impasse" y bloqueo por la política social que se realiza" (Andalucía Occidental).
Por lo tanto, partimos de la base de que se contemplan grandes diferencias en la implantación y desarrollo de la Psicología de la Intervención Social en las Comunidades Autónomas (CC.AA.), dado que cada CC.AA. define la "Ley Marco" en diferente momento y forma que se materializa con desigualdades (rural-urbano / general-específico).
2.- Es unánime la opinión de que el número de Psicólogos/as, que trabajan en la Intervención Social, y de forma más específica en los Servicios Sociales, es a todas luces insuficiente, y que hay que crear nuevos puestos de trabajo y al mismo tiempo consolidar lo existente en la actualidad.
Se ha producido de forma generalizada, una congelación o reducción de plantillas en las Administraciones, lo que ha frenado la creación de nuevos puestos de trabajo, y el ritmo de colocación de finales de los 80 y principios de los 90. Estas necesidades generales, se reflejan de forma más específica dependiendo de cada Comunidad Autónoma en determinadas áreas de intervención. Así para Baleares y Andalucía Occidental, las necesidades más acuciantes están en las áreas de "Menores" y "Familia", mientras que en Madrid se demanda una mayor presencia en los colectivos de "Vejez".
Se critica todavía la escasa concienciación del Colectivo de Psicólogos de la Intervención Social, así como las bajas retribuciones que reciben en general, y la carencia de un mayor prestigio profesional, que en algunas Comunidades como Madrid sí parece existir entre los profesionales de la Psicología.
La implantación de los Psicologos en la Intervención Social, es muy desigual.
Existen Comunidades Autónomas donde su presencia es meramente testimonial en los Servicios Sociales Comunitarios o Generales (Galicia, Extremadura, Euskadi), aunque en general su existencia es insuficiente en la red básica de los Servicios Sociales Comunitarios en toda España. Sorprende asimismo las diferencias existentes en el número de Psicólogos/as que trabajan en los Servicios Sociales Especializados, dependiendo este hecho, a nuestro entender, más de estrategias concretas, propuestas, e intereses y actuaciones de la Administración de turno. Así, hay Comunidades Autónomas donde la presencia del Psicólogo de la Intervención Social es significativa en una actividad determinada. Por ejemplo, en Extremadura, existe una red de Centros de Atención a la Mujer, que cuentan con un Psicólogo/a en plantilla.
Sí parece ser unánime la opinión de que el Psicólogo de la Intervención Social está consolidada en el área de Minusválidos e Infancia.
Hay que destacar la desigual implantación dependiendo de las características socioeconómicas de la población, o del tipo de población (urbana-rural). Así, en la Comunidad de Madrid, se evidencia una mayor implantación en el área no metropolitana (periferia de la capital), sorprendiendo que los Centros Sociales de las 21 Juntas de Distrito de Madrid, no cuenten con Psicólogos en sus Equipos Multiprofesionales.
En zonas específicamente rurales, como en la Comunidad Extremeña, se da la paradoja de que existe una amplia red de Servicios Sociales de Base, pero no cuentan con el apoyo o participación de Psicólogos/as.
Fundamentalmente la contratación de Psicólogos en los Servicios Sociales Especializados, ha estado más en función de la "abundancia" de recursos económicos que en función de las necesidades reales de la población.
3.- Las funciones y tareas que desempeña el Psicólogo de la Intervención Social, no están suficientemente delimitadas y originan situaciones de confusión y desorientación entre los profesionales.
Al parecer, la Administración ha ido configurando y manipulando las funciones del Psicólogo de la Intervención Social y su perfil profesional acomodándolas a sus circunstanciales necesidades.
En Euskadi, los Psicólogos/as, que están contratados en "Módulos de Asistencia Social", dependientes del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), realizan funciones dirigidas a la intervención clínica, en pacientes afectados por alteraciones psíquicas.
Existen Instituciones privadas y ONG’s, donde los Psicólogos de la Intervención Social, realizan algunas veces más intervenciones en el área de Clínica y Salud que de atención especializada en Servicios Sociales.
Las quejas que transmiten las Delegaciones del COP, sobre la indefinición, falta de objetivos y límites de la intervención, son constantes y generalizadas. En este sentido, el Documento que sobre el "Rol del Psicólogo de la Intervención Social", ha elaborado la Comisión de Expertos en Intervención Social de la Junta de Gobierno Estatal, (ver página 37) tiene la intención de cubrir lo antes posible esta necesidad, y de esta manera poder informar a las Instituciones Públicas y Administraciones implicadas en la Intervención Social, respecto a las funciones que pueden desempeñar los Psicólogos de la Intervención Social. La ambigüedad de los roles, no es buena para la calidad de la Intervención, el clima laboral o las posibilidades de empleo, y al mismo tiempo, crea confusión con los roles más cercanos, ya que todavía, se tiende a asociar a todos los Psicólogos/as, como profesionales que realizan su trabajo de forma individual (consulta), en temas clínicos, en asociación con otros colectivos (médicos y trabajadores sociales).
De la información recibida de las Delegaciones del COP, se recoge que los Equipos Multiprofesionales que intervienen en los Servicios Sociales, se configuran de distinta manera, o tienen diferentes modelos y objetivos de intervención dependiendo en gran medida de los conocimientos e intereses de la Administración en particular y de los responsables políticos del momento.
Esta indefinición del Psicólogo de la Intervención Social, hace que constantemente se "busque" un espacio propio, una identidad que les caracterice y les diferencie respecto a otras profesiones.
Puede que también sea necesario acometer la definición de los perfiles de los nuevos usuarios y de los problemas que les afectan y preocupan más en la actualidad, procurando tener siempre una visión de futuro.
Para los compañeros/as de algunas Delegaciones, la "ambigüedad" reflejada en el campo de trabajo por otras titulaciones de tipo medio, supone una "amenaza" para el crecimiento y desarrollo de nuestra profesión, y más aún cuando los intereses de la Administración, como se ha señalado anteriormente, favorecen y potencian esta situación, que desde el punto de vista práctico cubre sus objetivos.
En algunas Comunidades Autónomas, tan sólo el 20% de los psicólogos/as que trabajan en el ámbito de la Intervención Social, ocupan puestos de trabajo de Titulación Superior Universitaria (Euskadi), muchos de ellos están trabajando con contratos de Educadores, Monitores, Animadores, etc....
La mayor parte de los Psicólogos de la Intervención Social, ejercen y realizan tareas limitadas en sus respectivos puestos de trabajo, dependiendo de la Institución, Centro o Administración. Incluso en áreas consolidadas (Minusválidos), los Psicólogos de estas Instituciones (INSERSO), tienen muy limitadas y acotadas sus intervenciones. En algunas Comunidades Autónomas (Madrid), realizan fundamentalmente tareas de Asesoramiento técnico y de Intervención con "Familia e Infancia" dentro de los Servicios Sociales.
4.- En lo referente a la opinión sobre la Formación Universitaria entre los Psicólogos de la Intervención Social, y de forma específica en Servicios Sociales, la queja es unánime y generalizada. Se entiende que las Facultades de Psicología, no preparan profesionales suficientemente aptos para la Intervención Social, y menos aún para trabajar en los Servicios Sociales, en cualquiera de sus niveles o áreas. Quizás, aunque pueda parecer un poco exagerado, merece la pena recoger el comentario de que algunos recién licenciados en Psicología no saben lo que es un Centro de Servicios Sociales. Se critica la escasa formación y especialización de los Psicólogos en Servicios Sociales, y a la Universidad por no saber incorporar módulos de formación adecuados, destinados a tal fin. Los planes de estudio, parecen alejarse del trabajo real que se realiza a nivel social. La falta de prácticas externas, es motivo de queja frecuente aunque nos consta que en algunas Facultades se ha intentado sin que hasta el momento se hayan obtenido resultados satisfactorios.
La opinión con respecto a la formación Postgrado, difiere de unas Comunidades Autónomas a otras. Destaca la Comunidad de Madrid, donde la Delegación del COP, ha realizado un considerable esfuerzo en este sentido, con la convocatoria de distintos masters en Servicios Sociales; así como el Plan de Formación Bianual con el INSERSO, y las Jornadas de Intervención Social, que se realizan cada 3 años. Quizás sea la formación de Postgrado en Servicios Sociales, la que ha aproximado al Psicólogo el conocimiento de los Servicios Sociales, junto con la práctica diaria en condiciones a veces de auténtica aventura.
Por todos es reconocida la labor del COP, y el esfuerzo realizado en estos años para la formación de profesionales expertos en la Intervención Social.
En el aspecto de publicaciones, es la Revista de Psicología "Intervención Psicosocial", coeditada conjuntamente por la Coordinadora Estatal del Area de Psicología y Servicios Sociales y la Delegación de Madrid, la publicación más representativa y rigurosa, y la que posee un mayor prestigio entre los profesionales de los Servicios Sociales.
La publicación de las "III Jornadas de Intervención Social", ha significado la posibilidad de dar a conocer todo lo que en su momento significaba la Psicología en los aspectos sociales, así como el afianzamiento de la Intervención Social en nuestro país.
Esperamos próximamente la publicación por la CESS de un monográfico sobre "Evaluación y Servicios Sociales".
Otras publicaciones, como el número sobre "Inmigrantes y Refugiados", editado por la Delegación de Madrid a principios del presente año, representan no sólo una valiosa aportación en este terreno, sino también un ejemplo a seguir, con el fin de alcanzar un "cuerpo" suficiente de publicaciones que consolide la presencia de la Psicología de la Intervención Social.
Es constante la demanda de publicaciones especializadas en Servicios Sociales en todos los niveles de intervención por parte de los profesionales pero se echa en falta una investigación sistemática, y una mayor colaboración entre la Universidad y el COP en este sentido.
5.- Un número importante (no podemos dar datos), de los Psicólogos de la Intervención Social se encuentran en una situación laboral inestable, bien sea a causa de contrataciones en categorías inferiores (sub-empleo), como es el caso de Canarias, donde al parecer el Gobierno Autónomo, contrata a Psicólogos/as como Educadores en la Dirección General de Protección del Menor, o con contratos temporales, basados en la elaboración de programas de actuación de una clara finalidad muy limitada.
Algunas Delegaciones del COP (Madrid), señalan los posibles peligros futuros ante las propuestas de privatización de los Servicios Sociales. Asimismo, en los últimos años, se ha producido un considerable aumento de entidades privadas: Asociaciones, Fundaciones, Instituciones, etc..., que están produciendo una posible "competencia desleal", ya que al parecer ofrecen Servicios Asistenciales más económicos que las Instituciones Públicas, o suplen las carencias de éstas (residencias de ancianos), e intentan acaparar subvenciones y ayudas públicas, funcionando más con un modelo meramente empresarial y especulativo que con una filosofía asistencial y comunitaria, y donde la presencia de profesionales como los Psicólogos/as, les obligaría a reestructurar sus Centros e Instituciones y a mantener una función más social, ofreciendo una mayor calidad y sensibilidad a sus beneficiarios.
PROPUESTAS
1.- Dadas las discrepancias y desigualdades en el Desarrollo y Aplicación de las diferentes Leyes de Servicios Sociales, en las Comunidades Autónomas, se propone el Encuentro de los Psicólogos de la Intervención Social para reflexionar y proponer modelos realistas y coherentes que respeten las diferencias:
- Territoriales
- Hábitat
- Areas de Intervención
Con el fin de conseguir un suficiente marco legal, que determine los criterios mínimos de actuación en la Intervención Psicosocial.
2.- La búsqueda de Nuevas Areas, donde la Intervención del Psicólogo de la Intervención Social pueda ser necesaria, y perfilar aún más las actuaciones ya consolidadas, dejando abierta la posibilidad de realizar un Catálogo mínimo de Prestaciones del Psicólogo de la Intervención Social.
3.- La presentación del Documento que defina el "Rol y Perfil del Psicólogo en la Intervención Social".
Informar a la Comunidad y a las Administraciones en general sobre las tareas y funciones que puede realizar el Psicólogo de la Intervención Social, y potenciar la necesidad de ampliar su participación.
4.- Mejorar, ampliar y adaptar convenientemente la Formación Universitaria en materias relacionadas con la Intervención Social en general, y con los Servicios Sociales en particular; en consonancia con las necesidades actuales.
Proponer una Conferencia sobre Intervención Social, con participación del COP y la Universidad, que tenga como fondo el estudio sobre las necesidades reales en la formación del Psicólogo de la Intervención Social.
Buscar fórmulas para el acceso a la formación post-grado de los Psicólogos del ámbito rural.
5.- Aumentar la calidad y cantidad de la formación post-grado. Para ello las Delegaciones del COP, a través de las Vocalías de Servicios Sociales, deberán hacer un considerable esfuerzo y aumentar su compromiso para conocer la realidad de su entorno social y las necesidades concretas de sus ciudadanos.
6.- Alcanzar el sistema de Acreditaciones en la Psicología de la Intervención Social.
7.- Conseguir un mayor estatus laboral y profesional que esté en consonancia con la responsabilidad, formación, especialización, de nuestro trabajo, reivindicando y defendiendo nuestra participación en todos los aspectos de la Atención Social.
8.- Participar de forma activa en los diferentes colectivos sociales y Organizaciones de base (ONG’s), para destacar el papel del Psicólogo como "mediador" social, sirviendo de intermediario entre las necesidades sociales reales y los recursos institucionales, con el fin de poner en marcha soluciones reales y eficaces.
9.- Poner en marcha todos aquellos mecanismos y acciones, que refuercen una mayor identidad y solidaridad del colectivo.