Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1992. Vol. (53).
DR. J. G. SAMPAIO-FARIA.
Encargado regional para la Salud Mental. Oficina Regional de la OMS para Europa Copenhague, Dinamarca
En este número presentamos diferentes trabajos cuyo denominador común es la relación entre la Psicología y la Salud. En el ya cercano horizonte de año 2000, los objetivos de Salud para Todos e la Región Europea marcados por la Organización Mundial de la Salud en 1984 todavía siguen siendo un referente necesario para los psicólogos que trabajan en el campo de la salud, sea a nivel preventivo-educativo o asistencial-terapéutico. Es necesario conocerlo y profundizar en su adecuación a nuestra realidad para que cada vez se haga más cierto en la práctica el concepto bio-psico-social de salud.
La aparición de nuevas enfermedades como el SIDA pone de manifiesto que el modelo médico dominante es insuficiente para abordar el nuevo perfil epidemiológico en las sociedades desarrolladas. El papel del psicólogo transforma en instrumento privilegiado para la única intervención todavía conocida: La educación para la salud.
Si a esto unimos la reflexión sobre la ya considerable experiencia acumulada en la práctica de la Psicología Clínica, nos encontramos con suficiente material interesante para, una vez más, meternos «a fondo» con la Psicología y la Salud.
Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es una organización internacional e intergubernamental fundada en 1948 como un sector especializado del Sistema de las Naciones Unidas. Esta organización describe la salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no meramente como una ausencia de trastornos y enfermedad.
Dentro de esta perspectiva, el bienestar mental es una dimensión fundamental, encuadrada en la definición de salud y, en consecuencia, constituye un elemento decisivo a ser tomado en cuenta cuando se considera el proceso total del desarrollo de la salud en la sociedad tanto a nivel individual como humano. De hecho, siendo la vida mental, habilidades y potencialidades las características más humanas, la política o programa de la salud no será verdaderamente amplia ni humanizada si no se aporta la debida consideración a la función y capacidad mental como recurso fundamental para la salud y el bienestar.
La sede central de la OMS se encuentra en Ginebra y su función principal es preparar anualmente en mayo la Asamblea Mundial de la Salud, en la que los delegados de los estados miembros de la OMS discuten y determinan las políticas y estrategias de la Organización.
Una importante decisión política tomada en 1977 por la Asamblea Mundial de la Salud, constituida por los altos cargos de la OMS, fue que el objetivo principal a conseguir por los gobiernos y la OMS en las próximas décadas, sería la obtención para el año 2000 de un nivel de salud que les permitirá conseguir una vida social y económicamente productiva a todos los ciudadanos del mundo. Esta decisión se ha conocido popularmente como «Salud para todos en el año 2000».
Esta estrategia constituye actualmente el principal sistema de actuación de la OMS y de sus estados miembros en el campo de la salud.
Una característica distintiva de esta organización es su descentralización. Posee seis organizaciones regionales; una, para Africa con su Oficina Regional en Brazzaville, otra para América con la Oficina en Washington, otra en el sudeste de Asia con la Oficina Central en Nueva Delhi, otra en Europa con la Oficina en Copenhague, otra más para la zona este del Mediterráneo con la sede central en Turquía y una para la zona oeste del Pacífico, con la Oficina Regional en Manila.
En mi exposición revisaré algunas de las principales implicaciones en el campo de la salud mental y la experiencia de la estrategia de la Salud para todos en la Región Europea de la OMS.
Metas de la salud para todos en la Región Europea
En 1980 los 32 países de la Región Europea observaron que en los últimos treinta años los recursos financieros dedicados al sector de la salud y al desarrollo de nuevos fármacos y técnicas médicas no habían conseguido incrementar significativamente el nivel de salud de los europeos, y que en lugar de un elevado nivel de desarrollo en la región y un nivel científico, económico y educativo en la mayoría de los países, existía una gran desigualdad en los objetivos a alcanzar entre los distintos países y dentro de los mismos. Fue dentro de este marco donde los representantes de los estados miembros de la Región Europea de la OMS aprobaron en 1980 su primera política común sobre la salud, la estrategia europea para la obtención de la salud para todos (1).
Esta estrategia regional exige un cambio fundamental en el desarrollo de la salud y destaca cuatro áreas principales de interés:
1- Estilos de vida y salud,
2- factores de riesgo que afectan a la salud y el ambiente;
3- reorientación del sistema de cuidado de salud en sí mismo,
y por último, la política, gestión, tecnología, potencial humano, recursos y otros soportes necesarios para conseguir los cambios deseados en las tres áreas anteriores.
Solicitando cambios básicos en los programas de salud de los países, la estrategia recomendaba dar una mayor prioridad a la promoción de la salud y a prevenir la enfermedad no simplemente por los servicios de salud, sino por todos los sectores que tuvieran alguna conexión, dando los pasos necesarios para mantenerla y mejorarla; se debería impulsar el papel que individuos, familias y comunidades pueden desempeñar en el desarrollo de la salud; y que el cuidado primario de la salud debería ser el mejor enfoque para conseguir estos cambios (1).
Ha estado claro que el enfoque más tradicional de las políticas de la salud, enfocado casi exclusivamente a la planificación y organización de sistemas curativos que se ocupaban del tratamiento de la enfermedad, tenía necesidad de ser ampliado e incluir además el interés por los estilos de vida insanos y el número creciente de los factores de riesgo originados por las condiciones de vida y de trabajo. Estas dimensiones de emergencia exigen unos enfoques más amplios para la reducción de la enfermedad, como la prevención y promoción de la salud. También la participación de individuos, familias y otros recursos sociales comunitarios serían elementos decisivos para la implantación de programas de ayuda con el fin de modificar nuestros estilos de vida dañinos para la salud. También el fortalecimiento de la colaboración intersectorial surgió como una herramienta esencial para el control de los factores de riesgo ambientales. Para asegurar esta extensa intervención, el sistema de cuidado básico de los hospitales fue considerado insuficiente y se dio una mayor relevancia a sistemas más amplios basados en el cuidado primario de la salud.
Elementos esenciales de la política de salud para todos |
- Largo plazo |
- Actuaciones ecuánimes. |
- Salud orientada a: |
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- Prioridad de la promoción de la salud y prevención de la enfermedad. |
- Identificar donde se requiere la acción interserctorial. |
- Promocionar la participación y la implicación comunitaria. |
Para dirigir la implantación de la estrategia de salud para todos, se adoptaron 38 objetivos en 1984 y un conjunto de indicadores dirigidos a monitorizar y evaluar el progreso alcanzado por los estados miembros en conseguir los objetivos acordados. Dentro del grupo de los 38 objetivos, uno se dirige a la reducción de las desigualdades en salud, once a la reducción de la enfermedad, cinco a la modificación de los estilos de vida, ocho a promocionar ambientes más saludables, seis a desarrollar cuidados adecuados, y siete a asegurar el soporte necesario de los efectos del desarrollo de la salud.
En este contexto, el Comité Regional impulsó a todos los países europeos a revisar sus propias políticas nacionales sobre la salud y les indujo a adoptar la nueva estrategia regional de salud para todos. Este objetivo ha sido alcanzado hoy en día, en diez países y otros están en el proceso de revisión de sus políticas sobre la salud.
Con la progresiva implantación de esta estrategia de salud para todos en la región, será oportuno revisar las implicaciones de este extenso enfoque en las políticas de la salud específicamente en el campo del cuidado de la salud mental.
Permítannos ahora revisar, dentro del conjunto de objetivos de la salud para todos, aquéllos en los que para su consecución sería de gran relevancia la contribución del conocimiento y experiencia de la salud mental.
Objetivo 2: Desarrollo del potencial de salud
Hacia el año 2000, la población tendría la posibilidad de desarrollar y utilizar su potencial de salud para vivir plenamente a nivel social y económico.
Los servicios de la salud abastecerían las necesidades de salud mental en adolescentes y niños. Los programas de entrenamiento para profesionales y otros trabajadores de la salud promocionarían el desarrollo psicosocial y la competencia de los niños, las relaciones interpersonales favorables y las habilidades sociales. Los servicios de planificación familiar incluirían una preparación para la paternidad y además se introducirían medidas especiales en los programas escolares para promover la salud mental y el desarrollo psicosocial. Las familias con necesidades especiales, los niños y adolescentes podrían obtener información, consejo y servicios.
Una atención especial sería también dada al fortalecimiento de la red de apoyo social para niños y familias necesitadas y para los individuos socialmente aislados. También sería promovida la salud mental de las personas enfermas y de los incapacitados mentalmente.
La Psicología Cognitiva y la Psicología Social poseen una contribución fundamental para la consecución de este objetivo. Además de apoyar el desarrollo psicosocial de los niños, los psicólogos son expertos en ayudar a individuos y grupos a identificar sus metas en la vida y a planificar como podrían alcanzarlas de la mejor manera. Los psicólogos podrían tener un papel en el desarrollo de medidas de funcionamiento cognitivo y social, y podrían aplicar los conocimientos psicológicos existentes para asegurar cómo en instituciones y en la comunidad pueden mantenerse las Habilidades sociales, cognitivas y comportamentales de la población de mayor edad(2) .
Objetivo 3: Oportunidades para los incapacitados
Hacia el año 2000 las personas incapacitadas tendrían oportunidades a nivel físico, social y económico que les permitiera al menos llevar una vida social y económicamente completa y conseguir una mentalidad creativa.
Este objetivo podría llevarse a cabo si las sociedades desarrollaran actitudes positivas hacia la incapacidad y construyeran programas de ayuda para proporcionar oportunidades físicas, sociales y económicas con el fin de que pudieran desarrollar sus capacidades y conseguir una vida saludable.
Una encuesta sobre la contribución de la Psicología al desarrollo del programa en la región de la OMS, del 15 al 17 de mayo de 1984 destacó que es esencial la contribución de la Psicología para ofrecer mejores oportunidades a las personas incapacitadas. En algunas áreas, existe ya un cuerpo de trabajo significativo. Como ejemplo, la metodología del análisis de tareas ha sido utilizada durante muchos años por psicólogos y ergónomos para contribuir al desarrollo de métodos efectivos de entrenamiento e instrucción y para ayudar en el diseño de equipos y de ayudas dirigidas a superar las consecuencias de incapacidades e inhabilidades específicas. Así mismo existen muchos ejemplos de «ambientes prostéticos», como el ámbito social íntegro y el físico, que son diseñados con la misma intención. Sería importante también que las personas incapacitadas fuesen ayudadas a definir sus propias metas, ya que debido frecuentemente a expectativas y actitudes que poseen hacia ellos mismos, no toman conciencia de la totalidad de su potencial. La incapacidad también puede ser mantenida por las situaciones creadas por otros individuos. Por ejemplo, los métodos de enseñanza cuidado para incapacitados pueden crear dependencia indefensión aprendida. Es bien conocido como prevenir y equiparar a las personas incapacitadas con estrategias de afrontamiento y habilidades que les permitan minimizar las consecuencias de esta incapacidad.
Las actitudes y comportamientos de otros individuos hacia el incapacitado son especialmente importantes y existe en la literatura una guía clara sobre cómo integrar al incapacitado de la mejor manera en la sociedad normal, y cómo animar a los niños a adoptar actitudes positivas hacia la incapacidad y además, cómo romper los estereotipos. También poseen un papel significativo las técnicas psicológicas específicas, como aquéllas que permiten a los individuos incapacitados adquirir habilidades sociales efectivas, alcanzar controlabilidad, y controlar el dolor. Se ha detectado que no se prestaba la suficiente atención a los incapacitados de cara a que afrontaran los tabúes del sexo y del miedo a la muerte.
El objetivo era que la incapacidad incluyese no sólo las «clásicas» condiciones como ceguera, sordera, y handicaps, sino que también incluyese a los pacientes que se sustentan en sistemas de apoyo, como aquéllos que reciben hemodiálisis regularmente, los que se recuperan a partir de unas condiciones de tratamiento de por vida como infarto de miocardio, y aquéllos que han tenido un traumatismo craneal. Los pacientes incluidos en cada uno traumatismo craneal. Los pacientes incluidos en cada uno de estos grupos poseen frecuentemente problemas psicológicos y la superación de éstos les permitiría alcanzar una vida satisfactoria; además existen ejemplos de psicólogos implicados en la rehabilitación y manejo de estos pacientes. Se ha detectado también, que a pesar del incremento del énfasis del cuidado comunitario, existe el peligro de que muchas personas incapacitadas continúen residiendo en instituciones en las que sus propias necesidades sean subordinadas a las económicas, tecnológicas o del personal. Los psicólogos tienen una importante función ayudando a asegurar que las metas de la institución y sus estructuras y procesos organizacionales consideren las necesidades y deseos de los residentes.
Por último se señaló el incremento del desconocimiento sobre la importancia que posee la cronicidad psicológica y la exacerbación de los síntomas físicos crónicos. Uno mecanismos de afrontamiento propios de un paciente y la experiencia subjetiva pueden afectar la respuesta al tratamiento. Las consecuencias sociales de su condición son también importantes y el sistema médico tiende a elicitar y reforzar formas de respuesta que pueden ser contraproducentes en aquélla, impidiendo el uso efectivo de estrategias de afrontamiento, por ejemplo, superar el dolor o reducir la incapacidad causada por síntomas bronquiales. Además para ayudar a los pacientes, los psicólogos deben identificar y ayudar a modificar actos del sistema médico que provocan el psicomantenimiento.
Objetivo 4: Reducir la enfermedad y la incapacidad
Hacia el año 2000, el promedio de años que la población vivirá sin las principales enfermedades e incapacidades se incrementaría en un 10 por 100.
Este objetivo se ocupa principalmente del desarrollo, por los estados miembros, de las normas y legislación de la salud mental para apoyar enfoques seguros de prevención, cuidado a largo plazo, rehabilitación y cuidado intensivo.
De hecho el grupo de trastornos más graves muestra un aumento constante, a pesar de la estabilidad en los últimos cien años de las tasas de incidencia en la mayoría de las categorías diagnosticas de éstos. Los factores responsables de este incremento en frecuencia son la edad de la población, especialmente de los más ancianos, el aumento de la esperanza de vida de aquellos afectados por una lesión cerebral grave como resultado de la efectividad de la tecnología de apoyo de la vida moderna, y el alto nivel de institucionalización todavía existente en muchos de los estados miembros europeos. Como ejemplo de estos «nuevos» excluidos de la incapacidad mental grave están la demencia y el daño cerebral causado por anomalías congénitas, apoplejías y accidentes de tráfico.
Debido al conocimiento insuficiente disponible actualmente sobre la etiología del 50 por 100 de trastornos mentales del grupo más grave, las expectativas para reducir su incidencia a través de medidas preventivas, son pobres. Sin embargo, se ha alcanzado un progreso bastante considerable en el tratamiento, en el control de síntomas, en la rehabilitación y en el diagnóstico precoz de estos trastornos. Esto implica que actualmente, es posible reducir significativamente la frecuencia de estas condiciones a través del control de síntomas y recaídas así como a través del perfeccionamiento de habilidades psicosociales y vocacionales básicas. Esto incrementará el número de personas incapacitadas que podrán vivir más tiempo en el marco de la comunidad y así poder desarrollar una vida social y económicamente plena. Los obstáculos principales para actuar en esta dirección son la lenta trayectoria del desarrollo de los servicios comunitarios integrados capaces de encontrar las necesidades de estos individuos en ámbitos extrainstitucionales, y la actitud todavía negativa de la comunidad hacia la enfermedad mental. La mayoría de los enfoques epidemiológicos sobre la etiología y factores implicados en el curso y tratamiento de estos trastornos están unidos a la necesidad de monitorización y evaluación del cuidado proporcionado en ámbitos comunitarios. Las políticas y planes que fomentan el desarrollo de amplios servicios basados en la comunidad, son herramientas públicas para la salud fundamentales en la reducción de la frecuencia de los trastornos mentalmente incapacitantes. En 1988, un importante documento y la resolución de la prevención de trastornos mentales, psicosociales y neurológicos se adoptaron por el Comité Regional de la OMS para Europa, que recomienda y clasifica un amplio grupo de medidas preventivas a llevarse a cabo por los estados miembros de la región.
Objetivo 12. El suicidio
Cerca del año 2000, las clásicas tendencias ascendentes del número de suicidios y de los suicidios fallidos en la región, se invertirían.
Actualmente, muchos de los países de la región europea han tomado conciencia de la dimensión del suicidio y de los suicidios fallidos en la salud pública. Como se expresa en el gráfico 1 y a pesar de la tendencia hacia el nivel en algunos países como República Federal Alemana, Noruega y Suecia, las tasas de suicidio se están incrementando en la región. Para alcanzar este objetivo, los estados miembros tratarían de identificar la tendencia y los factores de riesgo del suicidio y de su intento y de crear los programas de intervención efectivos para los grupos de alto riesgo. Los esfuerzos coordinados por el personal de la salud y por los recursos comunitarios (voluntarios, grupos de autoayuda) son necesarios para detectar, evaluar y proteger a aquéllos del riesgo.
El papel de los psicólogos de cara a descubrir las causas del suicidio y de su intento y a participar en programas dirigidos a reducir su incidencia está bien documentado.
Objetivo 16: Conducta positiva hacia la salud
Hacia 1995, en todos los estados miembros habría incrementos significativos de conductas positivas hacia la salud, como nutrición equilibrada, ausencia del hábito de fumar, actividad física adecuada y manejo del estrés positivo.
Las situaciones psicosociales y productoras de estrés parecen tener efectos adversos en la salud física y mental. Los afrontamientos adecuados de estos leves, pero incapacitantes desórdenes, es una forma de prevenir los problemas de la salud. Es de esperar que los estados miembros proyecten y promuevan métodos activos de manejo del estrés, especialmente para aquellos grupos vulnerables que se enfrentan con presiones psicosociales estresantes de carácter acumulativo. Se incrementaría el papel de los servicios de cuidado primario de la salud.
Debido al amplio grupo de condiciones mentales estresantes asociadas con los cambios culturales y sociales que siguen dándose en nuestras sociedades, y debido también a la carencia de estrategias adecuadas de afrontamiento y la falta de un soporte social para tratar adecuadamente con éstas, los enfoques más efectivos parecen ser:
- Mejorar las estrategias de afrontamiento en jóvenes, especialmente a través del sistema educativo.
- Intervención posterior para personas con crisis aparentes y en condiciones altamente estresantes.
- Fortalecer las redes sociales formales e informales.
- Y la necesidad de mejorar el cuidado de la salud mental en el ámbito del cuidado primario de la salud, como la mayor parte de los individuos que solicitan cuidados para el distrés mental en este nivel del sistema de salud.
De nuevo el grupo de encuesta de los psicólogos antes mencionado (2), observaron que la forma y el contenido de un posible programa masivo para mejorar el manejo del estrés, plantearía problemas considerables y grandes diferencias entre los individuos en función de sus propias fuentes de estrés y la forma en que éste se expresaría. Así, el afrontamiento con distintos. niveles de estrés requiere estrategias diferentes, tanto aquéllas que requieren un afrontamiento activo como las que el individuo debe aprender a tolerar pasivamente. Sujetos expuestos al mismo nivel de estrés pueden reaccionar de formas muy distintas agresión oral y física, abuso de alcohol o tabaco, desarrollo de trastornos psicosomáticos, etc. Otro problema en los programas de manejo de estrés es que para maximizar su efectividad, debería mejorarse no sólo la información y el consejo, sino también deberían mejorarse algunas formas de entrenamiento individuales para emplear habilidades para el manejo del estrés de forma específica y bastante compleja. Por lo tanto, es probable que los programas sean solamente efectivos si incluyen un contacto directo cara a cara entre el sujeto y el entrenador. Estos grupos permitirían al programa atenerse a las necesidades de los miembros permitiéndoles además aprender las habilidades específicas necesarias. Existen modelos de programas que, en primer lugar, transmiten información y aconsejan a través de la televisión y que son seguidos por un grupo de discusión y sesiones de entrenamiento. Este enfoque a dos niveles es útil probablemente para un tipo de programas. La televisión no siempre sería necesaria, pero existe evidencia de que el material escrito es una alternativa efectiva.
Objetivo 17: Disminución de conductas dañinas para la salud
Cerca de 1995, en todos los estados miembros habría unos descensos significativos de las conductas dañinas para la salud, como el abuso de alcohol y productos farmacéuticos, el uso de drogas ilícitas y sustancias químicas peligrosas, la conducción temeraria y la conducta social violenta.
El progreso que los estados miembros realizan en cuanto a la modificación de los patrones actuales de conductas dañinas para la salud enlentecerá la extensión de estos problemas en el futuro.
Como muestra el gráfico 2, el consumo total de alcohol ascendió entre 1970 y 1986 desde 7,4 a 8,1 litros al año por persona.
Recientemente, ha habido un incremento en el uso de drogas ilícitas, especialmente en los países del sur y del este de Europa que anteriormente habían tenido experiencias relativamente insignificantes con ellas. Incluso en países en los que existen datos de que la incidencia está nivelándose el número de nuevos casos es inferior al número de personas que abandonan el uso de drogas ilícitas. En algunos países de Europa está aumentando el interés sobre el uso excesivo de sustancias farmacéuticas psicoactivas.
De cara a reducir los problemas procedentes de la adopción de conductas dañinas para la salud mental, principalmente el abuso de sustancias, la conducción temeraria, las conductas sexuales de riesgo, es necesario un enfoque preventivo aparte de un enfoque hacia el cuidado, así como los factores implicados ya bien conocidos. Sin embargo, en la región europea hasta que las restricciones en la compra de productos peligrosos como el alcohol o motocicletas se equiparen con la libertad del consumidor a la libre elección, un enfoque preventivo principalmente dirigido hacia la educación de las familias en torno a la salud y a fortalecer las habilidades y asesoramiento de la gente joven parece ser el enfoque más realista de cara a una reducción efectiva de las conductas dañinas para la salud. El papel de familias, escuelas y lugares de trabajo en este proceso es de una importancia decisiva. Reconociendo esta perspectiva un taller de trabajo reciente de la OMS/EURO sobre «Salud Mental y Bienestar dentro del concepto de Promoción de la Salud» fue desarrollado en Dresden del 26-30 de junio de 1989. El taller enfatizó en sus recomendaciones que la salud mental como un componente esencial de la educación y la promoción de la salud, está claramente reconocida e integrada dentro de todos los programas en que es viable.
Como se muestra en el gráfico 3 se ha observado un aumento creciente de homicidios y daños con premeditación, aumentando la tasa desde 1,05 en 1970 a 1,15 por 10.000 en 1985. Obsérvese el incremento constante verificado en los estados miembros del sur de Europa. La consecución de este objetivo depende de un mayor conocimiento de los factores socioculturales y biológicos y de los estilos de vida que afectan a las conductas dañinas para la salud, de la política y programas integrados dirigidos a prevenir, tratar y aliviar las consecuencias que tienen el abuso de alcohol, las sustancias químicas psicoactivas y la conducta violenta en la salud.
Otra conducta potencialmente dañina para la salud es la adopción de patrones de riesgo en la conducta sexual. En el gráfico 4 se muestra el número actual y el previsto de casos de SIDA.
Objetivo 24: Ambientes y viviendas humanas
Cerca del año 2000, todos los habitantes de la región tendrían una mayor oportunidad de alojarse en viviendas Y ámbitos que proporcionan un ambiente saludable y seguro.
La planificación y dirección del ambiente urbano necesita un enfoque multidisciplinar de las interrelaciones entre factores sociales y físicos y su impacto en la salud física y mental. Los estados miembros aceptarían un enfoque multidisciplinar para la salud pública urbana, tratando de perfeccionar los ambientes social y físico. La OMS está contribuyendo a la salud de las ciudades, sus ambientes y sus habitantes a través de un programa especial «el Proyecto de Salud en las ciudades de la OMS». Once ciudades europeas están implicadas en este proyecto y se está preparando un archivo sobre las medidas de la salud mental en el ambiente urbano.
Objetivo 25: Ambiente laboral
Hacia 1995, los individuos de la región estarían protegidos efectivamente de los riesgos en la salud relacionados con su trabajo.
La mayoría de las posibles intervenciones en el lugar de trabajo están dirigidas hacia conductas o factores específicos de riesgo. Como existe un interés creciente de desarrollar de una manera más amplia programas de intervención que promuevan una conducta saludable multifactorial, se da un reto entre los psicólogos que puedan aplicar su propia tecnología comportamental y sus investigaciones básicas en el desarrollo y evaluación de futuras intervenciones (3) .
El extenso enfoque del programa de salud mental de la Oficina Europea de la OMS
A partir de la revisión realizada sobre las principales implicaciones de la estrategia de «salud para todos en la región» dentro del campo de la salud mental, se hizo inevitable la necesidad de ampliar el panorama del programa de la salud mental, siendo éste desarrollado en la Oficina Europea de la OMS.
Como se muestra en la figura 1, el enfoque del programa se basa en el bienestar mental en lugar de la enfermedad mental; el bienestar mental es una condición afectada ampliamente no sólo por la enfermedad mental, sino también por el rápido curso de cambios socioeconómicos y culturales que padece un número creciente de grupos de población.
En este contexto, el programa considera que el bienestar mental en nuestras sociedades, podría estar influido principalmente por la enfermedad y la incapacidad mental o física; por situaciones psicosociales mentalmente disfuncionales, y por la adopción de conductas dañinas para la salud mental. Por otro lado, el programa considera que el individuo y todo nivel de bienestar mental puede ser fortalecido especialmente si la atención se dirige a las formas de asegurar un desarrollo completo y al uso de cada habilidad mental individual, realzando la competencia psicosocial y a promover la habilidad individual para tomar decisiones independientes relativas a la propia salud y a la de los demás.
Relevancia de la Psicología en el programa de salud mental de la Oficina Europea de la OMS
Con la ampliación del panorama del programa de salud mental han surgido amplias oportunidades para fomentar que la participación de una amplia gama de profesionales como psicólogos y otras redes formales e informales fuese mayor.
En 1984, una encuesta en contribución a la Psicología sobre el desarrollo del programa en la Oficina Regional de la OMS para Europa enfatizó que la Psicología es especialmente relevante para los programas de la Oficina Regional, sobre todo para aquellos relacionados con la estrategia regional de salud para todos. Como una disciplina, la Psicología está interesada en una investigación fundamental y en la elaboración de teorías y principios generales muchos de los cuales son centrales en la estrategia. La Psicología es también una profesión que se ocupa de la aplicación de principios y métodos psicológicos a una amplia gama de problemas prácticos; los psicólogos profesionales son expertos en varias formas de modificación y mantenimiento de la conducta, sobre las cuales va a depender la implantación de la estrategia. Teniendo la única ventaja de ser una disciplina y una profesión, la Psicología está bien enmarcada para alentar la interacción de la teoría y la práctica, importante característica del trabajo de la OMS. Otra característica relevante de la Psicología, es que mientras una porción significativa de tecnología básica y aplicada se refiere a los temas clínicos, la mayoría de los psicólogos trabajan en otros campos como la Psicología Social, del Desarrollo, Cognitiva, Psicofisiológica, Psicología de la Educación, Industrial y Ocupacional. La Psicología está así bien enmarcada para movilizar, ofrecer y apoyar una amplia gama de distintos enfoques, resultados y perspectivas sobre la salud mental y a partir de ellos proporcionar el pensamiento innovador requerido por el movimiento de salud para todos. Por otro lado, la Psicología es suficientemente importante e influyente dentro de los servicios de salud de muchos países al formar una parte significativa en sus reorientaciones. Todos los psicólogos entrenados en métodos de investigación, evaluación y tratamiento y la orientación de la Psicología se dirigen a la conducta normal de los individuos. Ambas características confirman el énfasis en la estrategia sobre la necesidad de evaluar programas y servicios, y sobre la promoción de un comportamiento saludable más que en el tratamiento de la enfermedad. Por último, la investigación académica y la Psicología Profesional Aplicada está bien establecida en casi todos los países de la región.
Por éstas y otras razones, los participantes estuvieron de acuerdo en que seria importante para el éxito de estos programas, que la oficina regional recibiese consejos regulares de los psicólogos, y también los psicólogos que trabajan en la región al estar influidos por las normas y programas de la oficina regional.
Los encuestadores también enfatizaron que existe una pequeña duda que requerirá una mayor reorientación. Así, la gran mayoría de psicólogos clínicos europeos trabaja en hospitales o instituciones, evaluando y tratando las condiciones que ya han sido desarrolladas en las cuales se encuentran principalmente dentro del campo de la psiquiatría o de los trastornos psicológicos. En contraste, la salud para todos demanda una implicación mucho mayor en el cuidado primario de la salud y en la prevención de trastornos físicos y en la promoción de la salud. El principal método actual para transmitir consejo y habilidades psicológicas es por contacto directo con el cliente en un ámbito de persona-persona o de pequeños grupos, mientras que la salud para todos requiere que los psicólogos clínicos presten mayor atención a las formas en que los consejos y habilidades apropiadas puedan ser disponibles a un mayor número de individuos, bien directamente al público o a través de entrenamiento de otros profesionales y de grupos de orientación. Por otra parte, la Psicología Aplicada también puede tener implicaciones en otras ramas de profesionales. Los psicólogos de la educación tienen que interesarse, más que actualmente, en asegurar que los niños adquieran no meramente una información real relevante a sus hábitos y estilos de vida saludables, sino también a. que desarrollen las habilidades y hábitos emocionales, cognitivos y comportamentales. La salud para todos implica nuevos roles para los psicólogos ocupacionales e industriales, por ejemplo, en diseñar ambientes de trabajo y así reducir el estrés o facilitar la introducción de programas de promoción de la salud dentro del lugar de trabajo.
La consecución de esta reorientación requerirá un esfuerzo sustancial en muchos frentes a seguir por las asociaciones nacionales e internacionales de psicólogos profesionales, especialmente para suministrar información sobre las amplias estrategias de salud para todos de la OMS, cualificaciones profesionales y entrenamiento para nuevos roles y el desarrollo de la comunidad basada en servicios psicológicos.
En resumen, puede citarse que la contribución de la Psicología al desarrollo del programa enfocado hacia el bienestar mental, como el Programa de Salud Mental de la OMS en la región europea, es esencial y no puede demorarse.
Material adicional / Suplementary material
Gráfico 1. Tasas de suicidio y autolesión en los E.M.
Gráfico 2. Consumo anual de alcohol.
Gráfico 3. Tasas de homicidio y daño premeditado en los E.M.
Gráfico 4. Previstos de SIDA por millón de personas.
Figura 1. Enfoque básico del programa de salud mental de la oficina europea de la OMS.