Papeles del Psicólogo es una revista científico-profesional, cuyo objetivo es publicar revisiones, meta-análisis, soluciones, descubrimientos, guías, experiencias y métodos de utilidad para abordar problemas y cuestiones que surgen en la práctica profesional de cualquier área de la Psicología. Se ofrece también como foro para contrastar opiniones y fomentar el debate sobre enfoques o cuestiones que suscitan controversia.
Papeles del Psicólogo, 1990. Vol. (43).
MARCELINO LOPEZ ALVAREZ
Psiquiatra y Sociólogo. Director de Ordenación Asistencial del Instituto de Salud Mental
El Presente artículo pretende ofrecer una visión general, breve pero relativamente completa, del Programa de Formación Posgraduada de Psicólogos que viene funcionando en Andalucía desde 19861 bajo la dirección del Instituto Andaluz de Salud Mental.
Puesto en marcha en el marco de un proceso de transformación de las estructuras sanitarias públicas, y con el objetivo de favorecer la adecuada incorporación a éstas de profesionales provenientes del campo de la Psicología, está experiencia ofrece -al iniciar su cuarta promoción anual- rasgos comunes y diferenciales con otros programas de formación posgraduada, existentes o previstos, en distintos lugares del territorio del Estado español. Así, aunque sólo fuera por la complejidad y grado de consolidación del Programa (cuatro promociones, setenta y seis profesionales en formación, ocho provincias implicadas, por citar algunos datos cuantitativos), pensamos que su conocimiento puede resultar de interés a la hora de plantearse, al nivel del Estado o al de otras Comunidades Autónomas, la formación de especialistas sanitarios, desde el campo de la Psicología.
Como contribución a ese conocimiento ofrecemos a continuación una descripción de los objetos del programa, dentro del contexto de la Reforma Psiquiátrica andaluza, de las líneas generales de desarrollo del mismo, así como una primera valoración de sus resultados y de sus perspectivas de desarrollo futuro.
La reforma psiquiátrica andaluza y la incorporación del psicólogo
Como hemos dicho anteriormente, el Programa de Formación Posgraduada de Psicólogos se pone en marcha en Andalucía en el marco de un proceso de reforma de la atención a la Salud Mental, que se integra a su vez, en tanto que actuación sectorial, en un más amplio proceso de transformación el conjunto de las estructuras sanitarias públicas de la comunidad autónoma. Por ello, a la hora de analizar dicho programa, es necesario tener en cuenta algunos de los elementos de ese contexto de transformación de servicios.
La Reforma Psiquiátrica
Así es preciso tener en cuenta que, cuando en 1984 el Parlamento de Andalucía aprueba la ley de creación del Instituto Andaluz de Salud Mental, se están poniendo en marcha los mecanismos tendentes a constituir un único servicio sanitario público, estructurado, funcional y territorialmente, mediante la adaptación a la realidad andaluza de los principios de la Atención Primaria de Salud.
El Instituto, que surge de un Consorcio entre la junta de Andalucía y las ocho Diputaciones Provinciales, recibe el encargo de desarrollar las actuaciones necesarias para poner solución a los principales problemas de la asistencia psiquiátrica andaluza (similares en esto a los del conjunto del Estado): dispersión de competencias y redes de servicios, ineficacia de los dispositivos tradicionales -ligada a sus modelos arcaicos de referencia, manicomios y consultas de Neuropsiquiatría de la Seguridad Social, fundamentalmente-, y carácter marginal al conjunto del sistema sanitario.
Para ello se inicia un proceso orientado a conseguir los siguientes objetivos:
a) la unificación de los recursos psiquiátricos públicos en una única red de servicios.
b) la transformación de la estructura de estos servicios mediante la sustitución de los hospitales psiquiátricos y las consultas de Neuropsiquiatría, por una red diversificada, de cobertura universal y de base y orientación comunitaria.
c) su integración en el sistema sanitario general, articulándose como subsistema especializado, pero con una relación importante con el nivel de Atención Primaria, y
d) la progresiva ampliación del campo de actuación de los servicios, desde la asistencia psiquiátrica a la atención a la Salud Mental.
Proceso que ha permitido, a lo largo de estos años, una considerable modificación de la situación en relación con los dos primeros objetivos (algunos de cuyos indicadores pueden verse en el cuadro l). En lo que respecta a la integración en el sistema sanitario se ha conseguido plenamente a nivel funcional, al actuar el conjunto de servicios como una parte más del Servicio Andaluz de Salud, si bien la integración orgánica se producirá próximamente al finalizar el proceso de transferencia de los recursos de las Diputaciones.
Sobre la base de esta importante modificación estructural
es posible plantearse ahora, con mayor eficacia, la consecución del último
objetivo señalado, aspecto que enlaza inevitablemente con la situación
de los recursos humanos del sistema.
Ver Cuadro I.
Los recursos humanos en Salud Rural
Uno de los problemas fundamentales en cualquier proceso de transformación de estas características es el de la adecuación del personal a las nuevas tareas. En el caso de los servicios psiquiátricos en Andalucía, la inadecuación era importante, en términos cuantitativos y cualitativos.
En lo que respecta al número de profesionales existentes en 1984, el cuadro II permite comprobar la escasez de personal cualificado; escasez especialmente alarmante en categorías profesionales que, como psicólogos, trabajadores sociales y enfermeros diplomados, resultan imprescindibles a la hora de constituir equipos interdisciplinarios.
Aspecto cuantitativo al que hay que añadir la más difícilmente medible, inadecuación de la formación tradicional de la mayoría de los profesionales para el desarrollo de las nuevas tareas implicadas por el nuevo modelo de atención a la Salud Mental.
A lo largo de estos años se han intentado paliar estas insuficiencias con un doble proceso: de ampliación de plazas, por un lado (especialmente en aquellos sectores infrarrepresentados, como puede verse también en el cuadro II), y de desarrollo de actividades de Formación Continuada y Reciclaje (cuadro III), por otro. A la vez que se incrementaban las plazas de Formación Posgraduada (cuadro IV) como se explicará posteriormente con más detalle.
La incorporación del psicólogo
La consideración de los servicios de Salud Mental como dispositivos especializados, con funciones de apoyo al nivel de Atención Primaria y con la pretensión de englobar la asistencia psiquiátrica en un objetivo más global de atención a los problemas de Salud Mental, con una orientación comunitaria, sirve de marco para el planteamiento que se hace de la incorporación del psicólogo al sistema sanitario andaluz.
En resumen, se considera que el psicólogo debe incorporarse como un facultativo especialista, situándose en los equipos de atención incluidos en el subsistema de Salud Mental, al lado del psiquiatra (tradicional especialista de estos servicios).
Para lo que, ante las escasas posibilidades de formación clínica con que han podido contar los psicólogos, se hacía preciso poner en marcha procedimientos que asegurasen la formación de especialistas sanitarios desde el campo de la Psicología, con idéntico mecanismo que el seguido en la formación de las restantes especialidades sanitarias; lo que implica un programa estructurado que, al igual que el MIR, permita una formación teórico-práctica, con un modelo no académico, sino basado en la rotación por los distintos dispositivos del sistema sanitario, en un régimen de responsabilización progresiva en las tareas de atención a lo largo de los años que dure el programa y, consecuentemente, con su adecuada retribución.
Sin embargo, tanto la regulación del acceso de psicólogos a la formación especializada en el sistema sanitario, como su ubicación plena en éste, carecían de regulación estatal. Por ello, y ante la grave escasez de estos profesionales en los dispositivos psiquiátricos, fue necesario tomar con carácter urgente dos tipos de medidas, en cierto sentido contradictorias:
a) La contratación de Psicólogos para su incorporación directa a los nuevos servicios (hasta cuadruplicar, como hemos visto, en la actualidad las plazas existentes en 1984), mediante procesos de convocatoria pública tendente a seleccionar aquellos con mayor experiencia. Fue preciso utilizar primero la figura (inadecuada pero única disponible en aquel momento) del «técnico de gestión» en contrato temporal para pasar, tras el Decreto de integración del AISN (1), a su consideración como facultativos psicólogos en régimen de interinidad (la cobertura en propiedad sólo será posible tras la regulación estatal).
b) La creación, por parte de la Consejería de Salud y bajo la directa dirección del IASAM, de un Programa de Formación Posgraduada de Psicólogos', cuyas características más importantes pasamos a expresar a continuación. Programa que se asume con carácter transitorio, hasta tanto se regule a nivel del Estado la formación de psicólogos especialistas sanitarios.
Las líneas generales del programa
Teniendo en cuenta esas necesidades y a partir de las experiencias previas de Asturias y Sevilla (2), la Consejería de Salud y Consumo creó, por Orden de 3 de junio de 1986, el «Programa de Formación Posgraduado para Psicólogos para la Atención a la Salud Mental». Un día después se realizaba la primera convocatoria, repitiéndose luego con periodicidad anual, como puede verse en el cuadro IV.
Objetivos
1. Preparar la incorporación del psicólogo al Sistema Sanitario Andaluz como facultativo especialista mediante un proceso de formación:
- Teórico práctica:
- con rotación por dispositivos asistenciales;
- en régimen de responsabilización progresiva; asumido con carácter transitorio hasta la definitiva regulación estatal.
2. Facilitar la formación de profesionales psicólogos para las tareas del nuevo modelo de atención a la Salud Mental, capacitándoles para:
- Identificar, caracterizar y evaluar problemas de salud mental;
- identificar y evaluar factores de incidencia positiva y negativa sobre la Salud Mental.
- programar y desarrollar intervenciones sobre enfermedades, problemas y factores de riesgo
- integrarse en equipos interdisciplinarios especializados en Salud Mental y apoyar la labor d pos no especializados;
- realizar trabajos de investigación en Mental.
Estructura organizativa
a) Duración: se inició la primera promoción con un programa de dos años, ampliándose, posteriormente, a tres.
b) Número de plazas: la primera convocatoria incluyó 28 plazas: 16 por parte de la Red de Asistencial Sanitaria de la Seguridad Social de Andalucía y 12 por parte de las Diputaciones (dos por Diputación, con las excepciones de Sevilla y Granada).
A partir de la segunda convocatoria el número de plazas se estabilizó en 16 (dos por provincia) a cargo ya del Servicio Andaluz de Salud.
c) Concentración: la vinculación contractual es de tipo laboral mediante «contrato en prácticas» (Real Decreto 1992/1984 de 31 de octubre).
d) Cobertura de las plazas: se hace por convocatoria pública, entre personas de nacionalidad española, en posesión del título de licenciado en Psicología obtenido con fecha no superior a cuatro años hasta la de la correspondiente convocatoria. La selección se hace mediante la combinación de una prueba objetiva escrita (cuestionario de respuestas múltiples) y un concurso de méritos con baremo incluido en la convocatoria, a cargo de un Tribunal nombrado por el IASAM.
e) Estructura de coordinación: implica distintas figuras con responsabilidades parciales bajo la dirección del director gerente del IASAM:
- Área de Formación y Ordenación Profesional del Instituto.
- Gerencias Provinciales.
- Comisiones Provinciales de Docencia.
- Autores Provinciales.
- Supervisores en cada dispositivo de rotación.
Correspondiendo un papel importante al Grupo de Trabajo de Tutores provinciales, que evalúa el programa y propone modificaciones, trabajando en contacto con el Grupo de Tutores MIR de cara a integrar en lo posible la formación de los distintos especialistas en Salud Mental.
f) Reconocimiento: dada la ausencia de regulación estatal, la finalización del programa da lugar a un diploma de capacitación emitido por el IASAM, que no implica reconocimiento oficial de la especialidad, pero que se tiene en cuenta significativamente en el baremo para las contrataciones de personal.
Contenido
El programa de formación se basa en la combinación de varios elementos (Ver cuadros V, VI y VII):
a) Módulos teóricos regionales, en gran parte comunes para psicólogos y médicos del Programa MIR y que se realizan a lo largo del año, en bloques semanales.
b) Módulos teóricos provinciales, que, en gran parte, son también comunes para otros profesionales en formación, escalonándose con periodicidad variable.
c) Rotaciones regladas por los distintos dispositivos asistenciales, bajo la supervisión de personal con experiencia y del correspondiente tutor.
d) Participación en el conjunto de actividades de formación continuada de los equipos por los que pasan.
Evaluación
La evaluación se plantea también como la integración de distintos niveles:
a) Memoria anual y final de cada psicólogo en formación.
b) Evaluación continuada del tutor y supervisores de rotación.
e) Evaluación de cada actividad teórica.
Valoración del proceso y perspectivas de futuro
Después del tiempo transcurrido desde su creación merece la pena hacer un primer balance de la experiencia, con el objetivo de señalar las líneas de trabajo futuro. Consideramos para ello tres aspectos:
a) La evaluación del programa en sí es, desde nuestro punto de vista, claramente positiva. Tanto el personal de los distintos servicios por los que rotan los psicólogos en formación, como los propios integrantes de las distintas promociones, hacen (sin excluir distintas críticas a aspectos parciales del mismo) una valoración muy positiva de la contribución del programa a la adecuación del bagaje profesional de los psicólogos para su integración en el sistema sanitario como facultativos especialistas.
Impresión subjetiva que se ve corroborada por los resultados obtenidos por los integrantes de la primera promoción en las últimas convocatorias de plazas realizadas (22 de los 26 presentados entre los 40 primeros puestos sobre un total de más de 500 psicólogos presentados.
En resumen, parece que un programa como éste garantiza una correcta formación del psicólogo, para su trabajo en el Interior del sistema sanitario, desde los servicios de Salud Mental.
b) Ello no significa que todos los problemas que plantea esa integración estén resueltos, ni que los mecanismos de formación disponibles sean perfectos.
Todavía queda mucho por hacer a la hora de definir de modo más preciso el perfil profesional del psicólogo en tanto que especialista sanitario, y de adecuar los contenidos y metodología de formación a la consecución de ese perfil, en el marco de un proceso de formación del conjunto de los profesionales constitutivos de los equipos de atención.
A ello se dirigen los esfuerzos actuales del IA- SAM, analizando la experiencia de estos años, coordinando el trabajo de los profesionales responsables de la formación especialmente los tutores de los programas MIR y de Formación Posgraduada de Psicólogos), y estableciendo un diálogo constructivo con otros elementos representativos.
Diálogo del que queremos señalar, como ejemplo de interés, la participación en el grupo de trabajo de las delegaciones de los Colegios de Psicólogos de Andalucía Occidental y Oriental sobre el perfil profesional del psicólogo en el sistema sanitario, cuyas conclusiones serán ofrecidas en breve.
c) Por último, señalar que uno de los problemas del sistema actual tiene que ver con las contradicciones que implica la ausencia, ya señalada, de un reconocimiento legal, tanto de la especialidad sanitaria para el psicólogo, como de los mecanismos para su acceso a la misma. Carencia que ha obligado a iniciativas parciales y de carácter transitorio del tipo de las adoptadas en Andalucía (contratación interina de Facultativos Psicólogos y Programa de Formación sin reconocimiento estatal).
En ese sentido esperamos que, además de contribuir a solucionar los problemas concretos e inmediatos de nuestros procesos de transformación de servicios, esta experiencia sirva también como referencia a la hora de regular, lo más rápidamente posible, definitivamente la inclusión de los psicólogos entre el personal sanitario especializado. Así como, consecuentemente, una próxima convocatoria estatal de plazas PIR (dentro de la global convocatoria de plazas de especialización sanitaria) permita la desaparición de nuestro programa específico.
Material adicional / Suplementary material
Cuadro I. La Transformación de la asistencia psiquiatrica en Andalucía.
Cuadro II. Incremento de personal en servicios de salud mental.
Cuadro III y IV. Actividades de Fomación desarrolladas. Plazas anuales para la formación postgraduada.
Cuadro V. Programa del Primer Año.
Cuadro VI. Programa del Segundo Año.
Cuadro VII. Programa del Tercer Año.