Papeles del Psicólogo, 1984. Vol. (15).

La Junta de Gobierno

El pasado mes de mayo, al celebrar el Primer Congreso del Colegio, se cerró una etapa de la profesión: en ella, conseguimos bastantes de los objetivos que nos habíamos propuesto doce años antes.

Poner fechas a los movimientos sociales resulta siempre algo arbitrario. En nuestro caso, la referencia a los doce años hace mención a la celebración del Primer Simposium Profesional en la primavera de 1972, en Salamaca, al que acudimos muchos estudiantes de Madrid y Barcelona, que estábamos en huelga en aquel momento en torno a una plataforma reivindicativa que incluía no sólo aspectos de lucha por la democracia, sino también planteamientos profesionales: psicología/servicio público, Facultad de Psicología independiente, Colegio profesional, especialidades dentro de la carrera (para cerrar las escuelas de postgraduados que permitían hacerse psicólogos en dos años a los titulados en otras carreras), prácticas en las asignaturas y al final de carrera (similar al MIR), etcétera.

En aquel Simposium, el que boicoteamos, hicimos patente que a partir de la fecha habría que contar con nosotros para decidir el futuro de la Psicología. Ese camino hacia un protagonismo creciente es el que ha culminado en el Congreso. Ya existe Colegio profesional, ya hay cinco Facultades de Psicología independiente, es creciente la presencia de psicólogos en los servicios públicos, sobre todo en los dependientes de Ayuntamientos y Diputaciones; en unan palabra, se han conseguido muchas de las metas por las que luchábamos en aquellos años.

¿Qué metas plantearse para el futuro inmediato?

Nuestros objetivos deberían ir en la línea siguiente:

1. Defensa y potenciación de una organización unitaria. En el Colegio ya estamos 13.000 psicólogos, constituyendo la segunda asociación de psicólogos por número de afiliados de todo el mundo, sólo detrás de la APA. Al margen de que la futura Ley de Colegios Profesionales establezca o no la colegiación obligatoria, para todos o sólo para los que trabajan a nivel privado, mantener, potenciar y desarrollar el Colegio como asociación unitaria es un objetivo básico. Sólo con una organización potente podremos afrontar con garantías de éxito otras metas.

2. Prioridad a la formación. Es preciso modificar la formación inicial, desarrollar escuelas profesionales de especialización y estructurar y poner a punto políticas de formación continua y permanente. Para ello es preciso la coordinación del mundo académico y el profesional, de la Universidad y el Colegio.

3. Potenciación de la investigación. No sólo de la investigación de laboratorio, sino, sobre todo, de la aplicada, y que cada psicólogo se enfrente a su práctica profesional con mentalidad investigadora.

4. Interdisciplinariedad. Hay que aprender a trabajar con ... Cada vez más el psicólogo trabajará en equipo. Ello supone un reto que hay que enfrentar desde ya, porque en gran medida será condición de la implantación de la profesión, al menos dos sectores: Sanidad y Educación.

5. Enfoque comunitario. Partir de los problemas de la comunidad. No crear dependencias, hacer que la comunidad sea protagonista de la salud, su educación, etcétera.

Si asumimos con audacia y rigor estos cinco objetivos y los desarrollamos adaptándonos a las circunstancias de cada sector, institución, grupo social, comunidad autónoma, estaremos generando condiciones para consolidar la profesión.