Psychologist Papers is a scientific-professional journal, whose purpose is to publish reviews, meta-analyzes, solutions, discoveries, guides, experiences and useful methods to address problems and issues arising in professional practice in any area of the Psychology. It is also provided as a forum for contrasting opinions and encouraging debate on controversial approaches or issues.
La publicación de las últimas secciones monográficas de Papeles del Psicólogo coincidió con las discusiones en mi universidad sobre la relevancia de la metodología para la formación del futuro psicólogo (en las reuniones preparatorias del nuevo plan de estudios) y con la concesión a nuestro grupo de investigación Modelos y Aplicaciones Psicométricos de una cátedra de patrocinio por parte del Instituto de Ingeniería del Conocimiento. Los tres acontecimientos están detrás de la propuesta inicial de la presente sección monográfica.
Cada vez somos más los convencidos de las ventajas recíprocas que se derivan del acercamiento entre la metodología y la profesión. La universidad genera conocimiento que no es fácilmente accesible al profesional. El objetivo principal de los nuevos másteres que las universidades ofrecen es precisamente acercar ambos mundos. Por otra parte, los profesionales se enfrentan a problemas, en ocasiones de no fácil solución, que pueden resultar muy fructíferos para los investigadores. Pondré dos ejemplos de mi campo de investigación.
Al poco de empezar a aplicarse los tests adaptativos informatizados, y cuando tanto los investigadores como los profesionales estaban maravillados con su eficacia (consiguen reducir a la mitad el número de ítems o el tiempo necesario para la aplicación del test), los profesionales se dieron cuenta de algunos de sus puntos débiles. Uno de ellos es que una parte importante del banco de ítems, en ocasiones hasta un 80% de los ítems disponibles (Hornke, 2000), no se administraba nunca. Sí, han leído bien, un 80%. Para hacer un buen test, se elabora un banco de por ejemplo 500 ítems, muy cuidado, se estudian todos ellos minuciosamente, se eliminan los ítem defectuosos... y, después, el nuevo test es tan eficaz (al presentar solo los ítems buenísimos) que ¡400 de los 500 ítems del banco no se administran nunca! Resultó evidente la necesidad de incorporar al test procedimientos de control de la exposición que hicieran posible la administración de muchos más ítems del banco y que redujeran la tasa de exposición de los que se administraban en todos o en casi todos los tests. Este objetivo se debía conseguir sin que el test perdiese precisión (Revuelta y Ponsoda, 1998). En la última década se ha investigado mucho sobre los métodos de control de la exposición (revisados en Georgiadou, Triantafillou y Economides, 2007). Un problema advertido por los profesionales ha dado lugar a una considerable investigación que ha generado nuevas soluciones.
Un segundo ejemplo. Es bien conocido que las medidas de personalidad mejoran moderadamente la predicción del desempeño laboral (Salgado y Moscoso, 2008) y que, en los procesos de selección de personal, los candidatos pueden falsear sus respuestas al cuestionario de personalidad y responder como creen que lo haría el candidato ideal (Salgado, 2005). El falseamiento de las respuestas puede ser incluso más importante en los procesos selectivos a ciertos puestos de la Administración, en los que en algún caso más de un 90% de los que aprueban la oposición han pasado por academias en las que son entrenados (por cierto, por psicólogos) a dar las respuestas que les faciliten la consecución de la plaza (Garrido, Ponsoda, Olea y Abad, 2009). La Academia de Policía Local de la Comunidad de Madrid requirió nuestra colaboración para que buscásemos soluciones que permitiesen seguir aplicando medidas de personalidad en los procesos selectivos, pero ganando en seguridad de que tales medidas informaban realmente de las características del candidato.
La publicación de las últimas secciones monográficas de Papeles del Psicólogo coincidió con las discusiones en mi universidad sobre la relevancia de la metodología para la formación del futuro psicólogo (en las reuniones preparatorias del nuevo plan de estudios) y con la concesión a nuestro grupo de investigación Modelos y Aplicaciones Psicométricos de una cátedra de patrocinio por parte del Instituto de Ingeniería del Conocimiento. Los tres acontecimientos están detrás de la propuesta inicial de la presente sección monográfica.
Cada vez somos más los convencidos de las ventajas recíprocas que se derivan del acercamiento entre la metodología y la profesión. La universidad genera conocimiento que no es fácilmente accesible al profesional. El objetivo principal de los nuevos másteres que las universidades ofrecen es precisamente acercar ambos mundos. Por otra parte, los profesionales se enfrentan a problemas, en ocasiones de no fácil solución, que pueden resultar muy fructíferos para los investigadores. Pondré dos ejemplos de mi campo de investigación.
Al poco de empezar a aplicarse los tests adaptativos informatizados, y cuando tanto los investigadores como los profesionales estaban maravillados con su eficacia (consiguen reducir a la mitad el número de ítems o el tiempo necesario para la aplicación del test), los profesionales se dieron cuenta de algunos de sus puntos débiles. Uno de ellos es que una parte importante del banco de ítems, en ocasiones hasta un 80% de los ítems disponibles (Hornke, 2000), no se administraba nunca. Sí, han leído bien, un 80%. Para hacer un buen test, se elabora un banco de por ejemplo 500 ítems, muy cuidado, se estudian todos ellos minuciosamente, se eliminan los ítem defectuosos... y, después, el nuevo test es tan eficaz (al presentar solo los ítems buenísimos) que ¡400 de los 500 ítems del banco no se administran nunca! Resultó evidente la necesidad de incorporar al test procedimientos de control de la exposición que hicieran posible la administración de muchos más ítems del banco y que redujeran la tasa de exposición de los que se administraban en todos o en casi todos los tests. Este objetivo se debía conseguir sin que el test perdiese precisión (Revuelta y Ponsoda, 1998). En la última década se ha investigado mucho sobre los métodos de control de la exposición (revisados en Georgiadou, Triantafillou y Economides, 2007). Un problema advertido por los profesionales ha dado lugar a una considerable investigación que ha generado nuevas soluciones.
Un segundo ejemplo. Es bien conocido que las medidas de personalidad mejoran moderadamente la predicción del desempeño laboral (Salgado y Moscoso, 2008) y que, en los procesos de selección de personal, los candidatos pueden falsear sus respuestas al cuestionario de personalidad y responder como creen que lo haría el candidato ideal (Salgado, 2005). El falseamiento de las respuestas puede ser incluso más importante en los procesos selectivos a ciertos puestos de la Administración, en los que en algún caso más de un 90% de los que aprueban la oposición han pasado por academias en las que son entrenados (por cierto, por psicólogos) a dar las respuestas que les faciliten la consecución de la plaza (Garrido, Ponsoda, Olea y Abad, 2009). La Academia de Policía Local de la Comunidad de Madrid requirió nuestra colaboración para que buscásemos soluciones que permitiesen seguir aplicando medidas de personalidad en los procesos selectivos, pero ganando en seguridad de que tales medidas informaban realmente de las características del candidato.