Psychologist Papers is a scientific-professional journal, whose purpose is to publish reviews, meta-analyzes, solutions, discoveries, guides, experiences and useful methods to address problems and issues arising in professional practice in any area of the Psychology. It is also provided as a forum for contrasting opinions and encouraging debate on controversial approaches or issues.
Eric Laurent, es Psicólogo, Psicoanalista y actualmente preside la Escuela Europea de Psicoanálisis.
La entrevista ha sido realizada por Araceli Fuentes, Psicóloga, Psicoanalista, Miembro de la Escuela Europea de Psicoanálisis.
Fundada el 21 de Septiembre de 1990, la Escuela Europea de Psicoanálisis se inscribe en el movimiento de reconquista del campo freudiano lanzado por Jacques Lacan el 21 de junio de 1964, que motivó la creación sucesiva de la Ècole freudienne de Paris (1964-1980 ), de la Fundación del Campo Freudiano ( 1979 ) y de la Ècole de la Cause freudienne ( 1981 ).
La Escuela tiene como objeto el psicoanálisis y como fin restaurar su verdad, transmitir su saber, ofrecerlo al control y al debate científico, y fundar en razón la calificación del psicoanalista. Dispensa una formación, garantiza la relación del psicoanalista con ésta y se propone ponerla en cuestión.
Sus publicaciones son: Correo y la revista Pliegos.
Eric Laurent, es Psicólogo, Psicoanalista y actualmente preside la Escuela Europea de Psicoanálisis.
La entrevista ha sido realizada por Araceli Fuentes, Psicóloga, Psicoanalista, Miembro de la Escuela Europea de Psicoanálisis.
Fundada el 21 de Septiembre de 1990, la Escuela Europea de Psicoanálisis se inscribe en el movimiento de reconquista del campo freudiano lanzado por Jacques Lacan el 21 de junio de 1964, que motivó la creación sucesiva de la Ècole freudienne de Paris (1964-1980 ), de la Fundación del Campo Freudiano ( 1979 ) y de la Ècole de la Cause freudienne ( 1981 ).
La Escuela tiene como objeto el psicoanálisis y como fin restaurar su verdad, transmitir su saber, ofrecerlo al control y al debate científico, y fundar en razón la calificación del psicoanalista. Dispensa una formación, garantiza la relación del psicoanalista con ésta y se propone ponerla en cuestión.
Sus publicaciones son: Correo y la revista Pliegos.
Juan Ignacio Aragonés es Profesor Titular del departamento de Psicología Social de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.
Desde hace años, a raíz de una invitación a pronunciar una conferencia en la Universidad de Chile y su posterior participación como docente en el Master de Psicología de la Salud y del Bienestar Social impartido por profesores de las universidades madrileñas en la Universidad Centroamericana de Managua (Ver Papeles del Psicólogo 56, págs. 70-71. 1993), se interesa por la Psicología en el contexto hispanoamericano. Este progresivo interés llevó a una mayor implicación científica y organizativa en diversos países del Centro y Sur de América siendo en la actualidad el Representante en España de la Sociedad Interamericana de Psicología.
Juan Ignacio Aragonés es Profesor Titular del departamento de Psicología Social de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.
Desde hace años, a raíz de una invitación a pronunciar una conferencia en la Universidad de Chile y su posterior participación como docente en el Master de Psicología de la Salud y del Bienestar Social impartido por profesores de las universidades madrileñas en la Universidad Centroamericana de Managua (Ver Papeles del Psicólogo 56, págs. 70-71. 1993), se interesa por la Psicología en el contexto hispanoamericano. Este progresivo interés llevó a una mayor implicación científica y organizativa en diversos países del Centro y Sur de América siendo en la actualidad el Representante en España de la Sociedad Interamericana de Psicología.
Aunque Emilio Ribes es conocido por todos los psicólogos españoles por sus múltiples cursos y conferencias en España, aquí se percibe quién es, qué piensa y cómo trabaja uno de los psicólogos más importantes del presente momento. La obra de E. Ribes es amplísima y en parte está empeñada en contribuir a la evolución de las teorías conductuales hacia posiciones más comprehensivas que permitan el desarrollo de la psicología.
Pero el objetivo que se pretende es mas ambicioso: facilitar la comunicación entre un científico, que ha vislumbrado una posibilidad coherente del desarrollo de la psicología conductista y un gran número de psicólogos que, en España y en otros países, partiendo de tales planteamientos, hoy, se encuentran en posiciones que ni ellos mismos sabrían adjetivar y que, aún reconociendo los valores de la psicología conductual, perciben como amenazante el ser tachados de conductistas porque reconocen un cierto reduccionismo teórico y un impase en la investigación a pesar de las continuas publicaciones.
Hoy, si se revisan los manuales de modificación de conducta, cualquiera se asombraría por la diversidad de tecnología ofertada en formato de recetas que de ninguna manera por laxo que se fuese, se podría incardinar en teoría alguna, tenga ésta el nombre que tenga, toda vez que se teme al eclecticismo como al diablo, de tal manera que comportándose como tal y recurriendo al pragmatismo, reivindican la importancia de la teoría.
Comunicarse empleando lenguajes distintos es una tarea difícil si no imposible y los psicólogos hablamos/escribimos como si ése fuera nuestro objetivo. Insertos en los programas de incentivos a la investigación, publicamos numerosos trabajos que apenas tienen sentido más que para un grupo de amigos que se conocen desde hace tiempo. Aclarar y acotar los conceptos que usamos es imprescindible si suponemos que la comunicación facilita el progreso de la psicología como ciencia y como práctica. Probablemente Ribes junto a un reducido número de colaboradores y alumnos sea el psicólogo que más ha tratado de contribuir a esa comunicación efectiva desentrañando el trasfondo de determinados usos de los conceptos del lenguaje ordinario y técnico, común en la psicología.
Por ello sería agradable contribuir si tenemos acierto en el planteamiento a facilitar la comunicación de Ribes con los potenciales lectores de sus trabajos científicos. Uno tiene la convicción de que en el meollo de una gran producción cientifica en psicología y más allá de la cicatería o la generosidad de los investigadores, debemos de contribuir a una revolución en psicología capaz de construir sobre cimientos sólidos y, con independencia de que los planteamientos de unos y otros sean acertados, no podemos estar en desacuerdo en que el debate y la discusión sean un punto de partida para diseñar la estrategia de trabajo futuro.
Esta entrevista se realizó a finales de septiembre de 1996 en su casa de Guadalajara (México) en un ambiente amable y con la sensación personal de que estaba ante un amante de la psicología.
Aunque Emilio Ribes es conocido por todos los psicólogos españoles por sus múltiples cursos y conferencias en España, aquí se percibe quién es, qué piensa y cómo trabaja uno de los psicólogos más importantes del presente momento. La obra de E. Ribes es amplísima y en parte está empeñada en contribuir a la evolución de las teorías conductuales hacia posiciones más comprehensivas que permitan el desarrollo de la psicología.
Pero el objetivo que se pretende es mas ambicioso: facilitar la comunicación entre un científico, que ha vislumbrado una posibilidad coherente del desarrollo de la psicología conductista y un gran número de psicólogos que, en España y en otros países, partiendo de tales planteamientos, hoy, se encuentran en posiciones que ni ellos mismos sabrían adjetivar y que, aún reconociendo los valores de la psicología conductual, perciben como amenazante el ser tachados de conductistas porque reconocen un cierto reduccionismo teórico y un impase en la investigación a pesar de las continuas publicaciones.
Hoy, si se revisan los manuales de modificación de conducta, cualquiera se asombraría por la diversidad de tecnología ofertada en formato de recetas que de ninguna manera por laxo que se fuese, se podría incardinar en teoría alguna, tenga ésta el nombre que tenga, toda vez que se teme al eclecticismo como al diablo, de tal manera que comportándose como tal y recurriendo al pragmatismo, reivindican la importancia de la teoría.
Comunicarse empleando lenguajes distintos es una tarea difícil si no imposible y los psicólogos hablamos/escribimos como si ése fuera nuestro objetivo. Insertos en los programas de incentivos a la investigación, publicamos numerosos trabajos que apenas tienen sentido más que para un grupo de amigos que se conocen desde hace tiempo. Aclarar y acotar los conceptos que usamos es imprescindible si suponemos que la comunicación facilita el progreso de la psicología como ciencia y como práctica. Probablemente Ribes junto a un reducido número de colaboradores y alumnos sea el psicólogo que más ha tratado de contribuir a esa comunicación efectiva desentrañando el trasfondo de determinados usos de los conceptos del lenguaje ordinario y técnico, común en la psicología.
Por ello sería agradable contribuir si tenemos acierto en el planteamiento a facilitar la comunicación de Ribes con los potenciales lectores de sus trabajos científicos. Uno tiene la convicción de que en el meollo de una gran producción cientifica en psicología y más allá de la cicatería o la generosidad de los investigadores, debemos de contribuir a una revolución en psicología capaz de construir sobre cimientos sólidos y, con independencia de que los planteamientos de unos y otros sean acertados, no podemos estar en desacuerdo en que el debate y la discusión sean un punto de partida para diseñar la estrategia de trabajo futuro.
Esta entrevista se realizó a finales de septiembre de 1996 en su casa de Guadalajara (México) en un ambiente amable y con la sensación personal de que estaba ante un amante de la psicología.