Papeles del Psicólogo, 1982. Vol. (3).

La Junta de Gobierno

BAJO el lema de la recuperación del sujeto en la Psicología actual, se ha celebrado en Santiago de Compostela el VII Congreso Nacional de Psicología que viene organizando la Sociedad Española de Psicología desde hace aproximadamente 20 años.

El nivel de las mesas, ponencias y comunicaciones ha superado ampliamente al de años anteriores y puede considerarse que ha supuesto un importante acontecimiento científico. La Psicología experimental y académica va alcanzando cotas que nos acercan considerablemente a las de otros países adelantados. Hemos podido percibir un notable aumento de la capacidad investigadora y un gran esfuerzo de actualización científica que nos hacen recuperar una leve esperanza en las Instituciones Universitarias.

No podemos mostrar optimismo porque sabemos que en nuestras Facultades no todo debate es limpio y no toda diatriba científica se apoya en argumentos claros. Como quizás en otras muchas instituciones, cuentan, a veces de forma determinante, los intereses particulares o de grupo con fuertes luchas por la influencia y con motivaciones estrictamente materiales, donde lo científico puede quedar finalmente como una mera excusa. Estos comportamientos son menos dignos para los pretendidos científicos de la conducta humana, en los que supuestamente los objetos (sujetos) de su estudio deberán depositar su confianza.

Aunque pueda invocarse con desenfado el aforismo de Heráclito "la guerra es la madre de todas las cosas" bien es verdad que la guerra es la madre de muchos desastres y que a veces las sórdidas escaramuzas que tienen lugar en nuestras aulas o cerca de ellas, no tienen nada que ver con lo científico ni se ajustan a las más elementales reglas del respeto mutuo y de la leal competencia.

Como se planteaba desde la mesa de la primera ponencia, parece encajar mejor con el espíritu científico y el estado actual de la Psicología, la mayor apertura de puertas y ventanas, y no el hecho de que cada nueva aportación sirva en primer lugar como arma arrojadiza para los que trabajan en los despachos adyacentes.

La Psicología queramos o no está aún en proceso de formación como ciencia y cada hallazgo debe servir para abrir nuevas puertas que comuniquen con los otros. Nadie puede considerarse en posesión de la verdad exclusiva sin la seguridad de resultar un cínico petulante.

Es de agradecer por otra parte la crítica y el deseo de superación, que se han puesto de manifiesto en este Congreso, de los modelos esquemáticos de la teoría del condicionamiento. El reconocimiento de que en el esquema E-R, cuenta cada vez más la necesidad de adentrarse en el guión, en las variables que median entre el estímulo y la respuesta, que son quizás las que más específicamente caracterizan al sujeto humano y que por un largo tiempo han parecido olvidarse o incluso se desprecian dogmáticamente; aceptándose ahora que el conductismo cometió un doble error: reducir la conducta a estímulos y respuestas, y reducir los estímulos y las respuestas a fenómenos físicos.

Los profesionales que trabajamos con sujetos que se encuentran en cajas y laberintos generalmente más complejos que los de los diseños experimentales, nos hallamos a menudo ante situaciones y dificultades extremadamente angustiosas, en los que no es posible traducir las conclusiones que se establecen cómodamente en laboratorios o en situaciones bien controladas.

Nos enfrentamos a diario a una realidad exigente y observamos cuán lejos estamos aún de una teoría psicológica única, cierta y efectiva para su aplicación. Hemos de trabajar en la adaptación de teorías parciales que muy pocos han llegado a aplicar a realidades concretas.

En este sentido consideramos que el Congreso de la S.E.P., los congresos científicos-académicos son necesarios pero no suficientes. Este congreso sigue siendo un Congreso de la Universidad, y como tal lo hemos valorado muy positivamente.

Pero hoy día la Psicología española necesita más que nunca un desarrollo aplicado, sin el cual por otra parte, seguirán siendo socialmente poco útiles tantos y tantos experimentos, experiencias de campo, trabajar en instituciones, seguimientos longitudinales, intervenciones en las distintas áreas de aplicación. De todo esto necesitamos hablar los psicólogos profesionales, comunicarnos e intercambiar, sin pretender quizás niveles tan científicos, observables, verificables y repetibles en laboratorio, pero quizás más acordes con una práctica profesional que se extiende ya en áreas muy diversas: centros de enseñanza, congresos, centros de salud, hospitales generales, psicopedagógicos, gabinetes multiprofesionales para deficientes, prisiones, residencias de ancianos, hospitales psiquiátricos, clínicas o centros de reeducación, comunidades locales, etc.

El Colegio Oficial de Psicólogos es probablemente la organización más adecuada para asumir esta tarea, y sin pretender devaluar otros congresos científicos nos proponemos cubrir ese espacio que la Psicología profesional española necesita urgentemente. En este sentido la Junta de Gobierno del Colegio está trabajando desde su última reunión de Abril en la organización de unas Jornadas de Psicología Aplicada a nivel estatal para los cuales necesitaremos la colaboración de todos los colegiados.