Psychologist Papers is a scientific-professional journal, whose purpose is to publish reviews, meta-analyzes, solutions, discoveries, guides, experiences and useful methods to address problems and issues arising in professional practice in any area of the Psychology. It is also provided as a forum for contrasting opinions and encouraging debate on controversial approaches or issues.
Papeles del Psicólogo, 1981. Vol. (1).
Colegio Oficial de Psicólogos
En las Jornadas de Madrid se formaron tres grupos de trabajo dedicados respectivamente a salud mental, planificación familiar y psicopedagogía.
Ofrecemos a continuación una breve reseña de lo debatido en cada uno de los grupos, así como las conclusiones generales, producto de la puesta en común final.
Salud mental
Por lo que respecta al grupo que trabajó sobre Salud Mental, asistieron psicólogos que trabajan en el C.M.S. de Getafe, Servicio de Psicopedagogía y Salud Mental de S. Fernando de Henares, Centros de Promoción de Salud de Carabanchel, Vicálvaro y Retiro de Madrid capital, Centro de Higiene Mental (Cehime) contratado en Vallecas por la Junta Municipal de Mediodía, Centro Psicosocial de Móstoles dependiente del Hospital Psiquiátrico Sta. Teresa de Leganés (Sanidad) y que cuenta con ayuda del Ayuntamiento de Móstoles (en concreto cede el local y se ocupa de su mantenimiento), Centros municipales de Salud de Fuenlabrada y de Alcalá de Henares. También asistieron una psicóloga que trabaja en una Asociación de Vecinos y dos psicólogos de un Centro Privado de Albacete.
Analicemos de una forma global los debates que se desarrollaron sobre el guión elaborado por la Comisión organizadora, destacando los aspectos que nos parecen más reseñables.
Algunas discusiones importantes giraron sobre la asistencia en Salud Mental. ¿A quién corresponde montar instituciones asistenciales? ¿Cual es la situación actual?. Curiosamente se constató la contradicción de que Sanidad, una de cuyas competencias es la de prestar Asistencia en Salud Mental (psiquiátrico-psicológica) tenía proporcionalmente menos psicólogos trabajando en dicho proyecto que los Ayuntamientos cuyas competencias (y por tanto sus presupuestos) en esta área son nulas. Igualmente se constató las limitaciones que Sanidad imponía al proyecto de sectorización (asistencia en la comunidad) teniendo que recurrir el propio Hospital de Sta. Teresa a la colaboración de los Ayuntamientos de la zona. En esta situación se encuentra el Centro Psicosocial de Móstoles.
Una conclusión en este aspecto fue la desastrosa situación asistencial por parte de la Administración Central (neuropsiquiatría de la S. Social y Hospitales de la AISNA), y el interés de los Ayuntamientos en intentar paliar la situación con limitadísimos recursos y competencias*.
Opinión común de los asistentes era que los Ayuntamientos no podían suplir las deficiencias asistenciales de Sanidad y de la Seguridad Social en materia asistencial (aún cuando los Centros Municipales de Salud contemplasen una parte asistencial de Salud Mental).
Labor de estos Centros será entre otras cosas, ofrecer siquiera un esbozo, una práctica asistencial alternativa que rompa con los esquemas psiquiátricos tradicionales.
Falta de claridad de los responsables políticos municipales
En cuanto a la relación de los propios Centros Municipales con el Ayuntamiento se vio que en la mayoría de los casos faltaba por parte de los responsables políticos la estructuración clara y coherente de un proyecto de trabajo en materia de salud mental sobre todo en lo referido a la promoción de salud, dándose el caso de que en algunos Ayuntamientos el proyecto de constitución de dichos servicios cobra forma a partir de las propuestas de trabajo de equipos de psicólogos o de equipos interdisciplinarios, contando, por supuesto, con la voluntad política de dichos Ayuntamientos.
En algún caso fue a partir de una demanda del Ayuntamiento sobre trabajos concretos (delincuencia, deficiencia mental) hecha a psicólogos (solos o con otros profesionales) como se pudieron crear dichos Centros en continua interrelación técnicos-políticos.
Este diálogo permanente técnicos-políticos que en cada sitio se lleva con mayor o menor fortuna y productividad se veía como necesario e imprescindible tanto para que los responsables políticos adquieran un conocimiento más profundo de nuestras posibilidades, campos y metodología de trabajo como para que de los técnicos trabajemos teniendo en cuenta los condicionantes políticos del entorno.
Este trabajo mutuo podría limar algunos de los problemas que surgen inevitablemente al comienzo de un trabajo de este tipo, a saber: la contradicción entre los intereses de obtener resultados a corto plazo que cubran algunas necesidades sentidas por la población y la lentitud que conlleva la difícil puesta en marcha de un trabajo con la comunidad así como la dificultad de evaluar el resultado de un trabajo en salud mental.
Se veía muy importante para poder ir desarrollando este trabajo el intentar rebajar las ansiedades y las exigencias por parte del Ayuntamiento haciéndole ver sus limitaciones y la concepción de que el trabajo en promoción de salud en general y de Salud Mental en particular dará frutos a largo plazo sin que ello quiera decir que las necesidades de rentabilidad política de los Ayuntamientos que contratan a los profesionales deba ser soslayada por estos.
Por lo que atañe a las Juntas Municipales, Consejos de Salud, etc. se veía que existía muy poca articulación entre organismos de participación ciudadana y estos Centros, fundamentalmente porque la participación de la comunidad en estos organismos, la mayoría de las veces anquilosados y sin vida, es escasa y pasiva. Se veía la necesidad de revitalizar la participación de los vecinos pero potenciando el movimiento de base y su articulación en estos organismos y no hacerlo de una manera superestructural y burocratizada.
Por último respecto a otros Servicios Municipales dependientes del mismo Ayuntamiento se constató la falta de una planificación global tendente al máximo aprovechamiento de recursos municipales, por lo que, a pesar de la buena voluntad de algunos de estos Servicios, la descoordinación era la práctica habitual en estos primeros mesesde funcionamiento. Por supuesto que esta descoordinación se multiplica cuando se trata de Servicios Municipales y otras instituciones (Ambulatorios, Psiquiátricos, etc.), salvo contadas excepciones.
Prevención, epidemiología, estudios de campo, relaciones y trabajo con la comunidad, campañas
Hubo coincidencia de todos los asistentes en que la investigación del medio en que se iba a trabajar era premisa indiscutible para trabajar en la comunidad, aunque en pocos casos se había hecho dicho estudio y adecuado la organización y el trabajo a realizar a los problemas detectados en la población. Se citaron estudios sobre delincuencia, deficiencia mental, condiciones de salud de los colegios, etc. Estos materiales se espera pueda ser entregado por parte del Colegio a quien lo solicite, tanto grupos de chicos en los colegios (Fuenlabrada), talleres de creatividad, investigación por parte de profesores, club de mujeres, etc.
Las campañas montadas superestructuralmente sin haber hecho previamente un trabajo de base con la comunidad se veían ineficaces y hasta contraproducentes.
El trabajo preventivo y de promoción de salud por la falta de experiencia en este tipo de trabajo se veía difícil de articular máxime en el campo de la Salud Mental.
Una de las vías que se veía en el trabajo de promoción de salud era el de potenciar la participación por parte de miembros de la comunidad, en la línea de que ellos mismos pudiesen ir gestionando su propia salud con el asesoramiento y apoyo de los C.M.S.
Asistencia, organización de la demanda, metodología asistencial, relaciones con otras instituciones asistenciales
Este tema fue uno de los caballos de batalla de estas Jornadas, entre otras cosas por los siguientes aspectos:
- La deficiente e inoperante red asistencial pública en materia de Salud Mental.
- La creciente necesidad de la población.
- La concepción dominante sobre la salud que sobrevalora el papel curativo de los servicios institucionales en detrimento del trabajo preventivo de promoción de salud.
- La formación de los profesionales que, aunque poca y escasa, se ha centrando exclusivamente en el terreno clínico y asistencial.
- La poca clarificación por parte de los Ayuntamientos del carácter asistencial o de promoción de salud de los C.M.S.
Un problema largamente debatido fue el de la interpretación de la demanda y su organización ya que se veía que la población expresaba sus conflictos a través de demandas caracterizadas por:
- Tender a ser contemplados los problemas de un modo individual y aislado de su contexto.
- Demanda de soluciones individuales, arregladoras y adaptadoras al sistema establecido.
Frente a esta demanda que solía venir por parte de padres, profesores y otros núcleos de población se planteaba hasta donde se le podía responder con una asistencia individual y normalizada que calmase la angustia de la demanda y con los problemas del desborde físico de los Centros (largas listas de espera) y la duda de la corrección ideológica; o si no, cómo se interpretaba esa demanda y se articulaban formas asistenciales "contraideológicas" que pudiesen dar un continente a los problemas y permitiesen un cuestionamiento de la estructura patógena. Quedaba descartado por parte de los asistentes la total negación a prestar un servicio asistencial en una u otra línea.
Uno de los sentidos que se veía a la práctica asistencia, que siempre debía estar subordinada en la dedicación e importancia a la prevención y promoción de salud, era que servía como una manera de introducirse en la comunidad y a la vez constituye una vía de investigación de los conflictos colectivos aún cuando su expresión fuese individual.
La metodología asistencial variaba según la orientación teórico-técnica de los profesionales, aunque la tendencia general era que los tratamientos debían ser preferentemente grupales y a ser posible relacionadas con el contexto social.
Otro punto en el que había unanimidad era en reconocer la necesidad de mantener estrecha relación con las escasas instituciones asistenciales que existen (H. Psiquiátricos sobre todo) para poder realizar las derivaciones oportunas a aquellos casos que sobrepasase los recursos de los C.M.S.
La coordinación entre distintos Servicios Municipales que prestasen algún tipo de asistencia se veía asimismo como imprescindible (por ejemplo Centros Municipales de Salud y Servicios Psicopedagógicos Municipales).
Presupuestos básicos de trabajo y ámbito de actuación
Salvo dos: Centro Psicosocial de Móstoles y el de Alcorcón que tenían unos presupuestos exclusivamente encaminados a la práctica clínica psiquiátrico-psicológica, los Centros dependientes de los Ayuntamientos, por lo menos en cuanto a su intención, se definen por un trabajo fundamental de prevención y promoción de salud, estando la asistencia supeditada a dicho trabajo.
Conviene resaltar de todas maneras que los centros Psicosociales que dependen de Sanidad funcionan como primer eslabón de una asistencia sectorizada donde se primará el tratamiento psiquiátrico y psicológico en régimen ambulatorio, la no separación de la persona de su medio, la práctica psicoterapéutica grupal y el trabajo interdisciplinario de psiquiatras, psicólogos y asistentes sociales. Anotamos que este tímido intento de cambio desde las instancias sanitarias oficiales (Ministerio de Sanidad y Seguridad Social) se ve reducido a los Hospitales Psiquiátricos de Leganés y más como resultado de propuestas de los trabajadores que por una voluntad política de cambio por parte ministerial.
El ámbito de trabajo abarca a la población adulta, adolescente e infantil que lo solicita aunque en algunos centros por limitaciones de personal que reducen a la población adulta y con escasísimos medios.
Presupuestos de trabajo para los Centros Municipales de Salud
Por lo que respecta a los Centros Municipales de Salud, algunos de los presupuestos de trabajo podrían resumirse así:
- Son Centros cuyo objetivo fundamental es la promoción de salud y la prevención de conflictos mentales.
- La asistencia que se realice estará supeditada al anterior objetivo (más adelante hablaremos monográficamente sobre asistencia).
- Su campo de trabajo es la comunidad en la que están insertos.
- Los vecinos han de participar activamente tanto en los órganos de participación ciudadana como en el mismo trabajo desarrollado por los Centros.
En concreto se expusieron como ámbitos de trabajo donde ya se habían desarrollado experiencias concretas:
Escuelas de Padres, profesores, grupos de mujeres, asociaciones de parados, asociaciones de vecinos, institutos, grupos de jóvenes, policía municipal, asociaciones de padres, etc.
Equipo interdisciplinario, rol y formación del psicólogo
Todos los participantes, por supuesto, veían la necesidad de un trabajo en equipo y así era la práctica aunque variaba extensiblemente desde el tipo de profesionales hasta el número que trabajaba en cada Centro.
Concretamente en Salud Mental cuando menos el equipo solía estar formado por psiquiatra, psicólogo y asistente social.
Se primaba antes que el título concreto de los profesionales, la experiencia de trabajo en equipo y una misma ideología de trabajo.
Otro problema debatido fue cuál era el área de trabajo de cada uno, apuntándose dos líneas de discusión:
1.- Cada profesional se hace cargo de la tarea para la que está mejor preparado por lo que se rompen prejuicios y roles estereotipados y
2.- En el trabajo interdisciplinario se debe potenciar una continua destecnificación y socialización de conocimientos entre profesionales e incluso con el resto de personal que trabaje en el Centro (administrativos por ejemplo).
El rol del psicólogo en los Centros se entendía, en la perspectiva de un trabajo de salud en la comunidad, como un agente de cambio que, poniendo sus conocimientos al servicio de la colectividad, posibilitase la concienciación, la realización de estructuras a nivel individual, grupal y social. En este sentido se analizó la adjudicación al psicólogo (y a otros profesionales) por parte de la ideología dominante del papel del técnico "arreglador" de conductas disonantes con el status quo. También, a partir de las experiencias de algunos Centros, se analizó el hecho de que al haber tantas necesidades por parte de la población en materia de salud mental y tan pocos recursos asistenciales, se levantaban muchas expectativas en la comunidad depositándose en los psicólogos ilusiones salvadoras, lo que puede potenciar la asunción por los profesionales de una omnipotencia que inevitablemente a corto plazo lleva a la frustración en la población y en los propios profesionales.
Igualmente se habló de los peligros de adoptar una actitud autoritaria-directiva, o paternalista en la metodología de trabajo con la población y se apuntó la continua crítica y autocrítica en equipo como una vía de trabajo que solventase el problema.
La formación continua de estos profesionales constituye asimismo una constante fuente de cuestionamiento que le coloca en una posición dinámica y no esclerotizada. Se veía la posibilidad de articular en estos Centros, formación para otros profesionales interesados en el campo y se apuntó la posibilidad (a medio plazo) de contar con Asistentes Voluntarios con características muy concretas, entre otras, a saber:
- Por un tiempo limitado.
- Obtiene una formación práctica y a cambio ofrece su trabajo. - No estará y no está allí para tener un puesto de trabajo.
La Universidad, a través de ciertos departamentos podía servir como puente de unión para este trabajo de formación.
Por último organizar discusiones, seminarios, etc. para los profesionales de este campo quedaba como propuesta para el Colegio de Psicólogos.