Psychologist Papers is a scientific-professional journal, whose purpose is to publish reviews, meta-analyzes, solutions, discoveries, guides, experiences and useful methods to address problems and issues arising in professional practice in any area of the Psychology. It is also provided as a forum for contrasting opinions and encouraging debate on controversial approaches or issues.
Papeles del Psicólogo, 1984. Vol. (18).
Julián Fernández de Quero
Actualmente, el discurso sexual se ha popularizado tanto, a nivel de lenguaje (no es extraño que un dirigente social en medio de su alegato suelte un "coño" sin que nadie se escandalice), a nivel de imagen (la publicidad se encarga de su vulgarización) y a nivel de comportamientos, que vivimos la falsa sensación de haber tocado techo en relación a la sexualidad y que la represión sexual pertenece a tiempos lejanos. Vanos espejismos creados por los mass-media, la moda "pret-a-porter" y las vacaciones en la playa. Los trabajadores sanitarios, médicos, psicólogos, sexólogos, y los educadores sexuales saben que esa imagen externa, brillante y sofisticado, oculta todavía comportamientos arcaicos, valores morales represivos, vidas desgraciadas. Cada día, en su labor profesional, se encuentran con adolescentes embarazadas sin pretenderlo, con mujeres casadas neuróticas que practican el coito interrumpido, con madres de varios hijos anorgásmicas, con hombres celotípicos, con eyaculadores precoces angustiados y machistas maduros en edad y aterrorizados por su impotencia. Si las leyes escritas apenas han variado salvo pequeños retoques (este año, en Galicia, se detiene y multa a una mujer que se baña desnuda por escándalo público y atentar a la moral y buenas costumbres) las leyes no escritas, los prejuicios sociales, siguen en plena vigencia ("todas las mujeres son unas putas menos mi madre y mi señora que son unas santas"; "entiendo a los homosexuales, pero yo soy heterosexual, que conste"; "los jóvenes tienen que ser libres, pero mi hija que no haga un disparate que la mato"; etc., etc.).
Si en algún sector social queda especialmente patente la contradicción entre moda y comportamiento, éste es, sin duda, el educativo. La sexualidad ha entrado en las aulas de la mano de la coeducación, las minifaldas y el desparpajo juvenil y no ha ido mucho más allá. Los contenidos educativos, la relación profesor-alumno y el estilo pedagógico, siguen anclados en el pasado. La sexología sigue ausente de los planes de estudia universitarios y sigue ausente la educación sexual de las escuelas. Corno una serpiente de verano, cada año trae consigo su "escándalo sexual". En 1982, fue el expediente abierto a dos profesores de Extarri-Aranaz porque sus alumnos dibujaron una pareja con los genitales correspondientes. En 1983, fue el expediente a un profesor de Mesones de Iruela, Zaragoza, porque se atrevió a dar unas clases de educación sexual. En 1984, se monta el cirio en Andalucía porque al Consejero de Educación se le ocurre distribuir unos libros de información sexual en los colegios. Son los síntomas de una sociedad enferma que, bajo la apariencia de una "pseudoliberación sexual" sigue aferrada a los prejuicios represivos, sigue viendo la sexualidad corno algo "peligroso", como un vicio, como una perversión de la conducta.
Escándalos sexuales
Podríamos hacer un comentario pormenorizado de todos y cada uno de los "escándalos sexuales" habidos en los últimos años. Podríamos hablar de ese profesor de Getafe, denunciado por colocar su mano en la cintura de una alumna mientras leía. o de esa profesora de la facultad de Pedagogía de Madrid que se ciega a comentar el "libro verde" de Andalucía porque "en mi clase no se hablan esas inmoralidades" o la esforzado lucha de la Coordinadora Nudista Radical Gallega por conseguir playas donde bañarse en pelotas. Sería una nueva reedición del "celtiberia show" que nos abriría, quizás, los ojos hacia la realidad del país y nos daría un baño de humildad. Hemos preferido, no obstante, relatar con detalle un caso concreto, que puede ser representativo de las relaciones existentes entre sexualidad y sociedad, tanto por las repercusiones que ha tenido a nivel de mass-media, como por la inocuidad de la anécdota que lo ha provocado. Se trata del famoso "libro verde de Andalucía".
Los datos del "affaire" son los siguientes: El Consejero de Educación de la Junta de Andalucía entre 1982 y 1983 distribuye veinte mil ejemplares del libro "La educación sexual en la escuela", de varios autores, de Editorial Popular, como libro de consulta del profesorado de los centros escolares. El contenido de este libro hace claras y profusas referencias a cómo educar, con indicaciones sobre métodos, técnicas, relaciones profesor-alumno, programación, etc. No tiene ilustraciones. Esta distribución pasa desapercibida y nadie pone el grito en el cielo. La misma Consejería hace una segunda distribución del libro "La Sexualidad... a lo claro", autores varios, de la misma editorial, con un contenido progresista y crítico sobre las formas tradicionales de comportamiento sexual. Ilustraciones en dibujos humorísticos y desmitificadores. No pasa nada. En una tercera tanda de veinte mil ejemplares, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, posiblemente muy animada por la escasa repercusión encontrada por los libros anteriores, distribuye el libro "información sexual para niños", de Bent H. Clacsson, Editorial Lóguez, Salamanca, 1980. Estalla la tormenta. El diario ABC publica una portada titulada "Escándalo sexual en Andalucía", con la imagen del Presidente Escuredo agobiado por el tremendo peso de la culpa. En su interior, un editorial tremebundo que habla de derechos paternos, de alumnos corrompidos y un montón más de expresiones apocalípticas. Se entresacan frases y párrafos del libro, acompañadas de comentarios adicionales. Se hacen interpelaciones parlamentarias, más reportajes en prensa, entrevistas y mesas redondas en radio, cartas de padres furibundos. Una auténtica campaña de histeria colectiva provocada por un libro. ¿Cómo es este libro, se pregunta la gente, que tanto revuelo ha levantado?. Esta es la opinión autorizada de las entidades que con más rigor científico y conocimiento de causa pueden hablar del tema.